martes, 29 de marzo de 2016

La Plaza de Toros de Zaragoza

    Dentro del programa de visitas programadas para los alumnos de la  Universidad de la Experiencia de Zaragoza, hemos visitado nuestro coso taurino, llamado también Plaza de la Misericordia.

    Veamos un poco de su historia. Fue fundada por el ilustre canónigo Don Ramón Pignatelli, que ya antes había fundado el Hospital y Casa de la Misericordia de la ciudad, lugar donde se acogía no sólo a huérfanos y expósitos si no también a enfermos y gentes necesitadas de atención social, y que no tenían cabida en otros centros, sector muy numeroso en aquellos tiempos en que las desigualdades económicas eran abrumadoras. Para sostener esta institución se necesitaban muchos recursos económicos y, la generosidad de las gentes no llegaba a cubrir los gastos. Por eso el sabio canónigo, aprovechando el auge de la afición taurina  del momento, decidió que se podría aprovechar esta coyuntura para generar recursos que repercutieran en esta obra benéfica.

    Antes de la construcción del coso taurino se celebraban corridas en alguna plaza de la ciudad y en las Eras del Toro, fuera de los límites del caserío. Pero no eran plazas estables, de madera, se montaban  cuando se iba a celebrar una corrida y después se desmontaban hasta la próxima actuación. Pero en 1764 se construyó la primera plaza estable, de fábrica. No fue tarea fácil, se necesitaban muchos recursos y no había. Por fin el Gremio de carpinteros se hizo cargo de las obras y el día 8 de octubre de 1764 tuvo lugar la primera corrida aunque la plaza estaba sin rematar y, la inauguración tuvo lugar al año siguiente. Con los beneficios había que ir pagando las obras hasta que se saldó la deuda. Así, de esta forma, se pudo atender a la manutención y formación de los huérfanos y expósitos de la ciudad y provincia.

    En el año 1918 se llevó a cabo una reforma a fondo que le dio el aspecto que ahora tiene, debida a los arquitectos Miguel Ángel Navarro y Manuel Martínez de Ubago. Se aumentó el aforo de 8.000 a 14.000 localidades. En 1989, dada la climatología de Aragón, sobre todo por su cierzo, tan molesto para la lidia, se tomó la determinación de cubrirla, pudiéndose utilizar también para otros eventos. En 2014, con motivo del 250 Aniversario, se emprendieron algunas obras que supusieron pequeños cambios que afectaron, sobre todo, a la decoración, añadiendo unos murales de cerámica en los laterales de la salida de la Puerta Grande, en los que están representados aspectos de la lidia: toro y torero con sus respectivas sombras . Además hay diversas frases sobre el toreo, de poetas como García Lorca, Gerardo Diego, Vicente Aleixandre, etc.Encima del arco hay una escultura sedente de Goya dibujando motivos taurinos, homenaje al pintor aragonés, tan aficionado a la Fiesta Nacional.

    Es un edificio neomudéjar, en ladrillo caravista, en dos colores. El edificio se sustenta por pilares, formando arcadas de medio punto, excepto un trozo que se remata con un voladizo en hormigón, debido ésto a que pasaba el tranvía por el costado y no pudo completarse el círculo con los arcos y su andador. Los cimientos son de hormigón, restaurado por la Escuela Taller, seguido de una franja de mampostería (guijarros y argamasa) y piedra arenisca en las gradas.

    En el interior pudimos ver la sala de toreros, con arcos de ladrillo y zócalo con azulejos de cerámica de Muel. La Capilla es pequeña, muy recogida, invita a la oración. En el centro hay una imagen de la Virgen del Pilar y a la izquierda, Cristo Crucificado. Hay también un cuadro con la cara del Señor coronado de espinas. En la izquierda, arcos de ladrillo sobre un muro más elevado. En el andador interior se encuentran diversas dependencias para los Veterinarios, Mayorales, Empresa, Bar, Enfermería. Esta última no pudimos visitarla por razones de asepsia. Cuesta mucho esterilizar el local por lo que no se permite la entrada. El encargado que nos guiaba en la visita nos informó que tiene quirófanos modernos y cuenta con todo el material necesario para asistir las urgencias que, de hecho, se dan con mucha frecuencia en estos espectáculos.

    Bajo los tendidos, todo alrededor de la plaza, existe un pasillo de techos bajos, especie de túnel, con arcos de medio punto en ladrillo, que van formando unas salas en las que se ha ubicado el Centro de Interpretación de la Tauromaquia. En estas salas se explica la historia del toro desde el Paleolítico con sus mitos y leyendas, arte rupestre...Pudimos ver el "roscadero" que es una especie de cesto para probar la bravura del toro.  Nos explicaron en qué consiste el encaste del toro, la cornamenta... Allí están expuestos los trajes de los alguacilillos, todo tiene su ritual en el toreo..

    En otra sala vimos fotografías del toreo a caballo y toreo a pie. Hay fotografías de toreros e imágenes de San Jorge y una de alabastro policromado de la Virgen del Pilar, del siglo XVIII en la que se pueden desmontar las piezas. La corona se añadió en el siglo XX.

    Pasamos por el antiguo patio de cuadrillas. Nos explicaron que fue el rey Carlos II quien estableció un salario para los toreros. El toreo de Navarra y Aragón se extendió al resto de la península pero fue Andalucía quien creó el arte del vestuario y el ritual.

    Hay otra sala dedicada a los toreros aragoneses con fotografías, trofeos, bronces con cabeza de toro. Hay objetos curiosos como un necéser del Gitanillo de Ricla en el que debían llevar todos los útiles de afeitar e higiene ya que tenían que pasar muchos días fuera de casa y las pensiones no eran como los modernos hoteles de hoy. También hay una maleta y fundas de estoque, puntilla, descabello, trajes de lidia con taleguilla, chaquetilla, faja, medias, calzado, montera, ligas, tirantes.castañeta, junto con capotes de paseillo, de brega, muletas...También están los trajes de picador y aditamentos del caballo.Muchos toreros aragoneses han cedido alguno de sus recuerdos para que estén expuestos en este Centro  de Interpretación.

  La arena del albero procede de Alcalá de Guadaira (Sevilla). Se compacta y es difícil mantener el equilibrio con su grado de humedad ya que cuando se moja se esponja y debe permitir que se agarre  el toro para que no se caiga pero a la vez que no resbale. La barrera es muy baja disponiendo de una doble sirga como protección para el público. Nos enseñaron también los palcos de autoridades y de la Presidencia de la corrida.

    Después de algunos pases de asistentes aficionado y de la corespondiente fotografía del grupo, pasamos a visitar los corrales en los que se encierran las reses antes de la corrida. Al entrar lo primero que hacen es pasar por la báscula. Tienen que permanecer en la plaza, al menos 48 horas y, en este tiempo, pasan por dos reconocimientos del veterinario, a la llegada y al día siguiente. Se compran ocho toros  para cada corrida y la cuadrilla es quien elige los que se van a torear, atendiendo a criterios de igualdad en los lotes.Después se hace el sorteo. El orden de lidia lo deciden los matadores.
Debajo de los corrales, en un muro están los nombres y fechas de los toros indultados en unos mosaicos en los que se hace constar también la ganadería a la que pertenecen. Estos toros son destinados como sementales.

    Después del arrastre del toro, éste es cargado en un polipastro y entra en la sala en la que es desollado y eviscerado, se hacen análisis y, si está en condiciones de ser consumida su carne, pasa a la cadena de alimentación. Normalmente ya ha quedado la compra acordada con anterioridad.

    Y con esto quedo finalizada la visita a la plaza de la Misericordia. Con ella aprendimos muchas cosas del toreo que, las personas ajenas a este mundo desconocíamos y pudimos ver dependencias del coso taurino que de otra forma nunca estarían a nuestro alcance. Nos informaron, también, que el mantenimiento es algo muy caro y que, la afición ahora no está en sus mejores momentos. También es difícil dedicarla a otros usos como ya se hizo en otras ocasiones pero hoy existen muchos centros en Zaragoza que pueden cumplir mejor esas funciones. La ausencia de calefacción la inhabilita para todos los eventos invernales y, tiene pocas aplicaciones que no sean las corridas de toros. Por eso en la última reforma se disminuyó el aforo, pasando de 14.000 localidades a poco más de 10.000.