lunes, 27 de junio de 2011

Fin de curso

Llegó el final del curso 2010-2011. Para todos, para los niños y también para los abuelos.

La Universidad de la Experiencia ha sido eso, una hermosa experiencia para todos los alumnos que empezamos en octubre.
Acudíamos con mucha ilusión y, también por qué no decirlo, un poco de miedo. ¡A nuestros años y después de tanto tiempo que dejamos los libros...! Aunque nos habían dicho que eran clases adaptadas a las personas mayores y que todos podíamos seguirlas, siempre en el fondo queda una pizca de duda. ¿Seré yo capaz?.

El primer día al entrar en la Facultad y sentarnos en los pupitres de los alumnos jóvenes, se experimenta como un "rejuvenecimiento". Te sientes más joven, se te olvidan los años y los achaques... Después, ya te vas acostumbrando y se hace como una rutina, tan normal como bajar a comprar la barra de pan, algo cotidiano. Ya no se hace raro...

Un cuarto de hora antes de empezar las clases, ya estamos todos esperando que abran el aula para sentarnos en los mejores puestos para no perder ripio de las explicaciones del profesor. Siempre con proyecciones, todos atendemos como embobados. ¡Qué distintas son las clases ahora! Cuando éramos chavales...¡Qué pocos medios teníamos!.

¡Qué interesante el arte africano, el oriental, el precolombino...!.Nunca se me hubiera ocurrido pensar que Picasso y otros pintores de su época se habían inspirado en el arte africano...

Y...Comprender la Historia. Hemos aprendido a ver los hechos históricos desde otra perspectiva y a relacionar las causas y los efectos. Nada ocurre porque sí. A profundizar y no quedarnos en la superficie. Siempre me ha gustado la Historia -y la novela histórica- pero ahora tengo más elementos de juicio para poder analizar los acontecimientos históricos.

Hemos visto también la herencia del griego y el latín en nuestra lengua. Es muy interesante saber la procedencia de las palabras y su evolución a través de los siglos.

En Relación Ciencia-Religión, nos han enseñado a ver la Religión a la luz de la Ciencia, a través de los filósofos y científicos como Einstein, Newton, Darwin y otros. No tiene por qué darnos miedo y viendo hasta dónde ha llegado el hombre con la ciencia ser lo suficientemente humildes al comparar lo muchísimo que queda por descubrir.

El Hombre y los Animales pensaba que no iba a gustarme y sin embargo me resultó muy amena, en la Facultad de Veterinaria, y aprendimos muchas cosas curiosas que ni sospechaba. Se veía la vocación y el amor hacia los animales de estos profesionales.

La última asignatura fue Introducción a la Paleontología. Resultó ser de lo más interesante. Aprendimos la evolución de los seres vivos a través de los fósiles que han quedado en las distintas capas de la corteza terrestre. Como colofón hicimos una excursión al campo, una zona muy rica en fósiles por haber sido un fondo marino. Volvimos entusiasmados con deseos de volver y hacer una inspección más detenida.

Todos a descansar el verano para empezar el nuevo curso con renovadas ilusiones.

lunes, 20 de junio de 2011

Los comediantes

Llegan por la estrecha carretera en un carro tirado por dos mulas trotonas. En el toldo, con letras góticas, se podía leer: Compañía de Teatro "Los Chiripas". Dentro del carro iba todo su mundo: grandes baúles y cestas de mimbre con todo lo necesario para la función (vestuario de los actores y telones y otros artilugios para fabricar un escenario).

Alguien los ve llegar y pronto corre la nueva por todo el pueblo ¡Vienen los comediantes! ¡Vienen los comediantes!
En aquellos tiempos en que cualquier día era igual al anterior y lo mismo que el siguiente, la llegada de los cómicos suponía una gran novedad, algo que rompía la monotonía cotidiana.
Solían llegar en invierno cuando hay pocos trabajos que puedan realizarse en el campo, cuando los días son tan cortos y el tiempo no invita a salir a la calle. Por eso su llegada era celebrada por todos como una fiesta.

Avanzan por la calle Mayor hasta la Plaza, donde se encuentra la Posada, en la que han de alojarse los días que dure su estancia en el pueblo -en ningún caso más de tres- según la asistencia de público y las obras que lleven en el repertorio, ya que no pueden repetirse.
Hay que pedir la autorización del Alcalde y, una vez conseguida, empezar los preparativos para la función nocturna. Por si alguien no se ha enterado de su llegada, recorren las calles principales del pueblo, con música, en una especie de pregón, anunciando la obra que ha de representarse.
Detrás de los actores va toda la chiquillería, unos felices porque sus padres les permitirán asistir; a otros les está vedado y no podrán disfrutar de la pequeña expansión y. más que nada, lo pasarán mal al día siguiente, cuando todos comenten, en la escuela, lo bien que estuvo la función.
Ya se advierte que cada cual tiene que llevar su asiento, pues la representación tiene lugar en el salón del Ayuntamiento, al lado de las escuelas, precisamente donde los niños jugamos durante el recreo cuando, debido al mal tiempo, no se puede salir a la calle.

Normalmente la sesión consta de un drama, que gusta mucho a los campesinos, sensibles a la tragedia, porque su misma vida es otro drama -es la época de la postguerra- y hay muchos miedos y muchas estrecheces económicas. Para alegrar un poco la vida, después del drama representaban un sainete que hacía reír al público. A veces había algún número extraordinario -como las estatuas vivientes- que después eran muy comentados.

Esos días se pasaban rápidamente y después vuelta a la rutina y a esperar otra vez su llegada con renovada ilusión.
Algunas veces estas visitas servían de estímulo a los jóvenes y, si había alguna persona medianamente preparada para dirigirlos, se preparaba una función allí en el pueblo. ¡Eran tan largos y tan tristes los inviernos en Castilla...! Cualquier cosa que rompiera la monotonía era bien recibida por todos. Así, la preparación de una obra de teatro, con sus ensayos, confección del vestuario y otras menudencias, mantenía ocupado e ilusionado al pueblo durante buena parte del invierno.

¡Eran otros tiempos!

miércoles, 15 de junio de 2011

Planicio

Es una obra de José Luis Olaizola. El autor nace en San Sebastián, en 1927. Estudia Derecho y ejerció como abogado durante 15 años, abandonando su trabajo para dedicarse en exclusiva a la literatura. También escribe guiones cinematográficos.
Tiene una obra extensa, con numerosos premios. En 1976, el Premio Ateneo de Sevilla, por Planicio. En 1983, el Premio de Literatura Infantil Barco de Vapor por su novela Cucho. En 1983, el Premio Planeta por La Guerra del General Escobar.

La novela Planicio contiene parte de las vivencias del autor, que desciende de una familia de patrones de pesca, él mismo fue remero y, sobre todo, se desarrolla en su ciudad natal, en los tiempos de la postguerra.
Pachi Lourido, protagonista, junto con su hijo, es gallego de nacimiento, pero desde pequeño ha vivido en el País Vasco y se siente identificado con la tierra y sus gentes. Todo el mundo lo conoce por sus apodos "Gallego" o "Cimarrón". Es un gigantón que ha tenido muchos oficios: pescador, remero en las trineras, cocinero de barco, curandero, zapatero remendón... Pero, poco amigo del trabajo, procura escaquearse y arrimar el hombro lo menos posible. Su pasión es el frontón. Juega utilizando sus tretas y, sobre todo le apasionan las apuestas. Cuando gana no le duele invitar a los amigos, otras veces pierde. De todas formas pocas veces le llega el dinero para llevar a casa. Pero, eso sí, es amante de la buena mesa.
Es viudo y vive, en un miserable sobreático, con su hijo de 13 años al que todos llaman Planicio porque tiene los pies planos y una curiosa forma de andar y sobre todo, corer, "con un trotecillo de caballo de caserío". Es un chico bueno por naturaleza, sin malicia, nunca se enfada con nadie, pero que desespera al Gallego porque dice que no vale para la vida. Desde que murió su madre pasa hambre de continuo porque con el dinero del "aita" no se puede contar. Tiene que colocarse de chico de los recados y después de recogepelotas en el Club de Tenis para lograr hacerse con alguna propinilla.
Pachi logra colocarse con D. Román, antiguo Jefe de Hacienda, en San Sebastián, que debido a una enfermedad rara tiene una parálisis progresiva, y está en una silla de ruedas. Vive con Menchu, una hermana solterona, de carácter más bien agrio.
Su trabajo consiste en sacarlo a pasear por las tardes. Pachi le hace vivir una vida que ya no esperaba. Suben a los montes, disfrutan de los atardeceres en las orillas del mar, van al cine, frecuentan las tabernitas, donde meriendan. D. Román espera ilusionado la hora del paseo. Así conoce a Planicio y nace entre el inválido y el niño una entrañable amistad, que durará hasta el final. Preocupado por el futuro del niño, consigue que ingrese como fámulo en un buen colegio. donde podrá estudiar ya que es inteligente y disfruta leyendo los libros que le presta D. Román.
Un día le da Menchu a Pachi un cheque para que lo cobre en el Banco. Cuando se ve con 300 pesetas en el bolsillo, no se le ocurre otra cosa que ir a un frontón a apostar, perdiéndolas. No se atreve a presentarse por la casa de D. Román quien, en atención al niño, impide que su hermana de aviso a la Policía. Al cabo de un mes, cuando Jacinto (al servicio de la Casa Condal), buen amigo de Pachi, le presta el dinero y va a devolverlo, se encuentra a Menchu sola en la casa y tiene lugar "una semiviolación consentida". De resultas queda embarazada con el consiguiente problema del honor de la familia. Se reunen los hermanos y acuerdan que tienen que casarse. Con la dote de la novia y los préstamos de los hermanos montarán un bar-restaurante, pero tienen que hacerse cargo de los cuidados del inválido, que va empeorando de día en día. Se acuerda la fecha de la boda pero el novio desaparece. Pachi, siempre tan cínico, tiene un rasgo de dignidad y no quiere casarse sin aportar nada al matrimonio, por lo que se embarca, como cocinero, en un pesquero. Ha guardado el traje y la esperanza de tener un restaurante al regreso.

Es un libro ameno, bien escrito, de fácil lectura, que nos hace recordar las penurias de los tiempos de la postguerra, con las cartillas del racionamiento, pero nos hace disfrutar también con la bondad y la ingenuidad de Planicio, un personaje entrañable.
Hay muchas palabras en euskera, pero al pie de página viene la traducción.

sábado, 11 de junio de 2011

Un paseo por el Parque

Aprovechando la bonanza del tiempo y la proximidad de las vacaciones, la Trabajadora Social de la Residencia y Centro de Día de La Romareda, organizó una salida al Parque con un grupo de residentes, los que se animaron a salir porque hay algunos muy remolones, que no hay quien los saque de su rutina.

Para estas salidas se necesita la colaboración de muchas personas y ahí es donde tiene su campo de acción el Voluntariado. Así que nos reunimos un buen grupo de voluntarios y con los ancianos en sillas de ruedas... ¡Al Parque!.

A las 9,30 de la mañana ya estábamos todos allí y los mayores con los nervios a flor de piel. ¡A ver si yo no tengo un voluntario que empuje mi silla!... Pero no, todo el que lo deseó tuvo la oportunidad del paseo.

Fue una visita con "guía" incluído; nos iban explicando un poco la historia del parque, cúando se fundó, quiénes fueron sus artífices, los monumentos, paseos, fuentes,etc.
Subimos hasta el cabezo donde está la estatua del Batallador. Resultó una ascensión un poco difícil para los voluntarios que, como yo ya no somos jóvenes, nos tuvieron que echar una manita los más fuertes en los repechos finales. Pero... llegamos arriba. Allí se estaba muy bien, corría una ligera brisa y no pasamos calor. El panorama que se divisa desde el mirador es espectacular. Además de verse el paseo central, llamado Avenida de San Sebastián con las fuentes y cascadas y la geometría de los jardines, se puede contemplar una panorámica de buena parte de la ciudad.
Para reponer fuerzas, en la Residencia habían preparado bocadillos de tortilla y bebidas, de los que dimos buena cuenta, amenizada la sesión con música.

Después bajamos, eso ya resultó más fácil,aunque había que ir con cuidado, frenando, para no salir disparados cuesta abajo.
Entramos en el Jardín Botánico y allí disfrutaron como enanos. Todo les producía admiración: las flores de los parterres, las chumberas en flor, el estanque con los cisnes nadando, las patas con sus patitos detrás... Otras patas estaban incubando los huevos debajo de los arbustos. Las palomas que todo lo invaden hoy y las cotorras saltando de árbol en árbol, alborotando. Hasta las flores de los magnolios, que aseguraban no haber visto nunca. Todo constituía una novedad, como si lo vieran por primera vez.

De regreso a casa hicimos un alto en la parada del moderno tranvía; eso sí que fue una novedad pues todos recordaban los antiguos tranvías, nada que ver con el actual, comprobando lo fácil que es entrar y salir, incluso con sillas de ruedas.

Contentos y felices, sin ningún contratiempo, los devolvimos a su lugar habitual a la hora de la comida. Pasamos todos una mañana feliz, juntos compartiendo unas horas inolvidables. En el Voluntariado siempre es más lo que recibes que lo que das y esto no es una frase hecha.

martes, 7 de junio de 2011

La Bella Otero

La Bella Otero es una obra de Carmen Posadas. Esta escritora nació en Montevideo en 1953, pero reside en España desde los 12 años. Tiene también la nacionalidad española. Por ser su padre diplomático ha vivido en muchos países adquiriendo una cultura cosmopolita. Se casó muy joven y tiene dos hijas. Después, en segundas nupcias, contrajo matrimonio con Mariano Rubio.
Empezó escribiendo literatura infantil, pasando después a la novela, que alterna con cuentos, ensayos y artículos periodísticos. Su obra es muy extensa y abarca, en el tiempo, desde 1980 hasta 2010. Fue ganadora del Premio Planeta en 1998, con su obra "Pequeñas infamias".

La Bella Otero fue publicada en 2001, por la editorial Planeta. Es una biografía novelada sobre la vida de la bailarina-cantante Agustina Otero Iglesias, conocida artísticamente como La Bella Otero. Su gran hermosura hechizaba a los hombres. Es una cortesana de lujo que tuvo como amantes a seis reyes y numerosos hombres de negocios, millonarios que le hacían espléndidos regalos .
Nace en Valga, un pequeño pueblo de la provincia de Pontevedra y muere en Niza a los 96 años. Siendo niña es violada brutalmente, hecho que va a marcarla para siempre y su relación con los hombres será "una venganza práctica". Repudiada por la familia y el pueblo huye con una compañía de titiriteros y, en Marsella, es descubierta por un empresario americano quien, después de prepararla con un maestro de canto y baile, la presentará en Nueva York como una figura. Se enamora de ella y terminará arruinado, suicidándose. Se la conocía también como la Sirena de los suicidios, porque un buen número de hombres se suicidaron al no poder conseguir sus favores. Es una devoradora de hombres, pero hace una selección. Sólo se acuesta con aquellos que pueden hacerle regalos suntuosos, tales como una isla, un yate, villas, joyas de la categoría de un collar de María Antonietta u otro que perteneció a Eugenia de Montijo...
Fue una de las mujeres más ricas de su tiempo pero era ludópata y toda su fortuna acabó en los casinos. Se retiró de la escena a los 46 años, terminando sus días en una habitación de un modestísimo hotel de Niza, más pobre que una rata, pero conservando su orgullo. Tuvo la previsión de dejar pagada una buena sepultura y un entierro de primera.

La obra tiene como dos autoras. Por un lado es la Bella, en primera persona quien, pocos días antes de su muerte, ve aparecer los fantasmas del pasado, como sombras irreales, a todos aquellos personajes relacionados con su vida. La autora, escribe en tercera persona y, después de una difícil investigación, rastreando por su vida, como contrapunto a las otras biografías que ya se habían escrito sobre el mito de la Bella, intenta aclarar los episodios, poner un poco de luz a las sombras, ya que era una gran mentirosa y se inventaba una vida ficticia, sobre todo lo relacionado con su infancia. Se distinguen las partes de cada una porque están impresas con distinto tipo de letra.
La narración de la Bella es muy subjetiva, es práctica, sus mentiras están encaminadas a darle más atractivo a su vida y más misterio. Por el contrario, la narración de la escritora es objetiva, ha investigado y trata de encontrar la verdad, que no siempre es fácil, cuando la protagonista ha intentado esconder tantas cosas.
El lenguaje es cuidado, también el de la Bella, con reflexiones, a veces demasiado elevadas en una persona que no ha tenido una formación básica. Hay muchas frases en francés (sin traducir) ya que la protagonista apenas conocía el castellano.

Es un libro ameno, de fácil lectura. El personaje es poco conocido en España. Retrata la Belle Époque, su doble moral. A las "horizontales" se les permitía todo, mientras las mujeres "normales" estaban totalmente supeditadas al varón, consideradas como incapaces de decidir por sí mismas. "La fortuna se consigue durmiendo... pero no sola". Así explica la Bella la forma de triunfar, seduciendo a los incautos hombres. Pero lo que poco cuesta ganar, poco cuesta perder. Parece ser que nunca conoció el verdadero amor, en suma una vida malgastada por venganza, poco edificante que termina en la ruina y la soledad más absoluta.

viernes, 3 de junio de 2011

Feria del libro de Zaragoza

Como todos los años por estas fechas nos encontramos con las casetas de los libreros que son un reclamo para el público en general, pero más especialmente para los amantes de la lectura.

Este año estará la feria del 27 de mayo al 5 de junio y ha sido instalada en la Plaza de Aragón, disponiendo también del palacio de la antigua Capitanía General de Aragón para los encuentros con los autores.
El programa de actividades es muy extenso. Van desde la entrega del Premio Internacional de Novela Histórica a la escritora Matilde Asensi en el Ayuntamiento; el Pregón de la Feria del libro, en el Paraninfo de la Universidad; presentaciones de libros en El Corte Inglés; cafés con autor en el "Divino Amore", en los que un grupo de lectores conversan con el autor sobre su vida y sus obras mientras se degusta un café; en el patio de Capitanía, presentaciónes con los distintos escritores que acuden a la Feria; en un salón de la Aljafería, Conversaciones en la Aljafería, también con escritores como Rosa Montero, entrevistada por la también periodista, Concha Montserrat y Francisco Goyanes, librero; en el Hospital Miguel Servet, Animación Infantil, dedicado a los más pequeños; en otros centros se han organizado lecturas por voluntarios.
Todos estos eventos han sido organizados por la Asociación Aragonesa de escritores, Bibliotecas Públicas y Asociación de Libreros, con la colaboración de otros Organismos.

Como es imposible poder acudir a todos los actos, hay que optar por unos concretos.
He podido asistir a Conversaciones en la Aljafería con Rosa Montero, que nos habló de su vocación de escritora, desde temprana edad y de su profesión como periodista comprometida. Además de las preguntas de la entrevistadora respondió a todas las que le formularon los asistentes al acto.
En el "Divino Amore" participé en el Café con Autor, en este caso con Ángeles de Irisarri, que también nos contó un poco su vida, su vocación y su obra. Después en el Patio de Capitanía, también habló sobre "Escribir novelas históricas" ya que buena parte de su obra está dedicada a este género. Es Licenciada en Filosofía y Letras (Geografía e Historia). Fue presentada por el también escritor y profesor de la Universidad José Luis Corral.
También presentado por José Luis Corral, Santiago Posteguillo, nos habló de "La antigüedad novelada", especialmente de su trilogía sobre Publio Cornelio Escipión "El Africano", que trata de las llamadas guerras púnicas, entre romanos y cartagineses. Actualmente está escribiendo otro libro sobre el emperador Trajano.

En el Salón de Corte de Capitanía se ha instalado una exposición de pintura que se puede visitar estos días y que da la oportunidad de admirar el interior de tan magnífico edificio, su escalera principal y sobre todo el salón en el que se ha ubicado la exposición de pintores militares, su artesonado, muebles, esculturas, pinturas murales, etc.