jueves, 13 de octubre de 2022

Este otoño

    Aunque durante todo el verano, como efecto de la pertinaz sequía, han estado cayendo hojas secas de los árboles, es ahora , en esta estación cuando los árboles presentan sus hojas amarillas u ocre y tiene lugar "la lluvia amarilla". En la piscina, aunque periódicamente era regado el césped, la humedad no debía de llegar a las raíces de los sauces y éstos también dejaban caer sus hojas amarillas continuamente, hojas que quedaban pegadas en la toalla de baño y había que sacudirla para que se desprendiesen.

    El otoño es una estación que tiene sus encantos. El ambiente nos habla al espíritu de añoranzas, de otros tiempos pasados...pero con la esperanza de que pasados los meses de invierno llegará una hermosa primavera y volverán, una vez más los árboles a cubrirse de follaje y se llenarán de flores, anunciando nuevos frutos.

    Son agradables, en este tiempo, los paseos por el campo o por el parque. Cuando la temperatura es buena sienta muy bien andar por los caminos y las arboledas, sintiendo bajo los pies el crujido de las hojas secas que el viento arremolina formando montones en los sitios más insospechados. Todos los días me gusta caminar por el Canal, contemplar a los patos que, ajenos a todo, nadan placenteramente en las aguas buscando su alimento, felices porque un año más han podido sacar a flote a sus crías y ellas seguirán cumpliendo los ciclos de la Naturaleza, convirtiéndose al año siguiente en madres amantísimas, cuidadoras de sus futuros hijos para que la vida siga su curso.

    En el Parque pasa otro tanto. Los parterres y los caminos se llenan de las hojas secas que van cayendo poco a poco como una lluvia silenciosa. El personal de la limpieza, por más que se esfuerce se siente sobrepasado y es imposible recoger aquello que no cesa de caer.                    

  Aún se pueden admirar algunas flores tardías: adelfas, rosas, buganvillas...pero ya quedan pocas, todas las plantas están preparándose para el invierno. Quedan muchos arbustos y árboles de hoja perenne, por fortuna, que no pierden las hojas y así podemos contemplar durante la estación fría un parque no demasiado desangelado. Aunque en menor proporción, también hay flores que lucen sus mejores galas en el invierno por lo que podemos disfrutar también de los paseos en los días fríos.

    En las calles han empezado a aparecer las castañeras con sus puestos de castañas calentitas. Debe ser bastante penoso permanecer en el puesto tantas horas esperando que se acerquen los clientes. No sé si pasarán frío pero debe ser muy molesto estar tanto tiempo  dentro del puesto sin hacer apenas ejercicio.

    A las personas mayores esta estación otoñal produce depresión pues va acercándose la hora de la muerte. Antigüamente, en los pueblos se decía que el otoño venía a llevarse a los viejos por los muchos que morían con el caer de las hojas.

    Sin ponernos trágicos es hora de reflexión. Nunca está mal detenernos a pensar un poco. Somos aves de paso y, aunque no sepamos cuándo, sí sabemos que un día u otro nos ha de tocar a nosotros.