viernes, 31 de diciembre de 2010

Cuaderno de París

Gracias a la colaboración del Ayuntamiento con la Fundación Mapfre, podemos visitar en el Museo Pablo Gargallo la Exposición "Cuaderno de París", una colección de dibujos de Ismael Smith.

Ismael Smith Mari nació en Barcelona en 1886 y murió en Nueva York en 1972. Fue un artista polifacético pus trabajó en muchos aspectos del arte: escultor, grabador, proyectista de monumentos, dibujante, diseñador de joyas...

Estudió en Barcelona y después, con una beca, se trasladó a París desde 1910 a 1914, fecha del comienzo de la Gran Guerra. En 1918 se establece en Nueva York, donde moriría, después de una sorprendente vida, recluido en un Sanatorio para enfermos mentales.

Eugenio D`Ors lo calificó de novecentista pero está a caballo entre finales del siglo XIX y principios del XX. La colección que se expone comprende dibujos realizados por el artista en París entre 1910 y 1914, aunque también se incluyen algunos de
Barcelona antes de su viaje, de 1906 y después, de 1915. De un viaje a Sevilla hay algunas estampas típicas de mujeres con trajes de cola, mantilla, peineta, castañuelas...acompañadas del varón también con traje andaluz. Realizó también ex libris y hay una muestra dedicado a la bailarina Tórtola de Valencia.
El grueso de la exposición lo componen más de cien dibujos, unos a lápiz y otros coloreados en acuarela que representan tipos parisinos, hombres y mujeres elegantes estilizados, con hermosos trajes, con aire desenfadado, que retratan el estilo de vida del momento: "La Belle Époque". Trabajó como diseñador para revistas de moda de su tiempo y se advierte en las "poses" de las modelos. Son los figurines que nos podemos encontrar al hojear una revista de modas.

Es interesante contemplar la obra de este artista que fue amigo de Pablo Gargallo, Pablo Picasso y otros personajes de la intelectualidad de su tiempo.

viernes, 17 de diciembre de 2010

La Navidad, hoy

Después de haber, leído en uno de esos periódicos gratuitos, la colaboración de una lectora que titulaba "Belén en el Estrecho", sentí la necesidad de reflexionar sobre la Navidad. ¿En qué se han convertido estas fiestas, antaño tan entrañables para niños y mayores?.

El escrito al que me he referido anteriormente trataba sobre el nacimiento en una patera (el pesebre del siglo XXI) de una niña africana. Huyendo de la miseria se acercan a nuestras costas millares de hermanos nuestros y encuentran las puertas cerradas.

Aquí, pese a la crisis económica, las calles no han dejado de iluminarse como en las épocas más prósperas; los grandes almacenes están llenos a rebosar; las comidas y cenas de empresa y con amigos no se han suprimido...

Claro que por debajo de todo este oropel existe otro mundo más real, aunque se vea menos. Están los que han perdido su trabajo y han agotado las prestaciones sociales, padres que tienen a su cargo una familia y no disponen de recursos para llegar a fin de mes. Otros, que en la época de euforia se embarcaron alegremente en la compra de vivienda, coche, vacaciones, etc porque los Bancos concedían préstamos al buen tuntún, sin averiguar si después podrían pagarlos. Ahora se encuentran sin poder abonar las letras mensuales y llegan los embargos, han perdido todo lo que tenían.

Cáritas sabe mucho de todo ésto. Cada día son más las personas que acuden en demanda de ayuda. Pero hay otras muchas personas necesitadas que sienten vergüenza de acercarse porque hasta hace poco tiempo eran familias normales, con estabilidad económica y lo consideran humillante.

Acordémonos un poco en estos días de tantos necesitados en lugar de tanto despilfarro en el consumo. Se pueden celebrar bien las fiestas sin necesidad de gastar mucho.

No olvidemos tampoco a tantas personas solas que aunque económicamente no nos necesiten sí pueden agradecer que les llevemos un poco de alegría con nuestra compañía. ¿Y las Residencias de Mayores?. ¡Hay tantos ancianos que por diversas razones no tienen cerca a ningún familiar y que les resultan tan tristes estas fiestas! Cuesta poco una caricia, una palabra amable... y ellos lo agradecen en el alma.