martes, 29 de enero de 2019

Panteones Reales de la Corona de Aragón

    En el Centro Pignatelli, actualmente sede del Gobierno de Aragón, se ha instalado la exposición Panteones Reales de la Corona de Aragón. La Universidad de la Experiencia realizó una visita, gracias a la amabilidad de una profesora que nos sirvió de guía y nos fue explicando todos los pormenores de la misma.
    El Centro Pignatelli fue en otros tiempos un lugar de acogida para los niños huérfanos, abandonados o aquellos, que por diversas circunstancias, sus padres no estaban en condiciones de atender sus necesidades. Allí recibían las atenciones necesarias y una formación que en el futuro les asegurase un medio de vida y ser útiles a la sociedad. Hoy está ocupado por oficinas de la Comunidad Autónoma de Aragón. La iglesia, desacralizada, alberga la Exposición.
    En los primeros tiempos del reino, los monarcas establecieron sus lugares para el descanso eterno en el norte pirenaico: San Juan de la Peña, Santa Cruz de la Serós y San Victorián. Más tarde, al ser conquistadas las tierras bajas, pasan a ser sedes de sus tumbas Montearagón, San Pedro el Viejo y el monasterio de Sijena. Tras las conquistas por el Mediterráneo eligen otros lugares más próximos al mar: Poblet y Santes Creus, Nápoles y Granada.
    Recorrimos las distintas secciones empezando por San Juan de la Peña  donde, al abrigo de la roca,están enterrados los primeros reyes de Aragón: Ramiro I, Sancho Ramírez y Pedro I. Además de hermosas fotografías del lugar, con las arcadas románicas del monasterio, hay una arqueta en plata repujada, cuadros y otras piezas antiguas de relicarios.
    A continuación hay un espacio dedicado a Santa Cruz de la Serós, que fue importante monasterio románico del siglo XI muy relacinado con la monarquía ya que fueron abadesas del mismo, miembros de la estirpe de Aragón. Hoy sólo se conserva la iglesia románica que nos da idea de la importancia del cenobio en la Edad Media.
    El monasterio de San Victorián, el más antiguo de la península ibérica, data del siglo VI, alberga los restos de los condes de Sobrarbe. Está rodeado de leyendas como la de Íñigo Arista. El último conde fue Don Gonzalo, hijo del rey pamplonés Sancho III y que, al morir en 1045, pasa el condado a manos de su hermano Ramiro I, perteneciendo a la Corona de Aragón desde entonces.
    Al avanzar hacia el sur la reconquista de las tierras más bajas, Alfonso I, el Batallador, al morir es enterrado en Montearagón, castillo-abadía fundado por su padre Sancho Ramírez a las afueras de Osca, con vistas a la posterior conquista de esta ciudad. Aquí podemos contemplar un cuadro de gran tamaño con el Batallador y sus huestes en combate y otros de menor formato pero más antiguos.
    San Pedro el Viejo de Huesca fue elegido por Ramiro II, el Monje para su retiro cuando traspasó las funciones de gobierno al que después sería su yerno, Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona.
Ramiro II reposa también en este monasterio en un sarcófago romano del que hay en la Exposición una reproducción muy lograda, tanto que si no hubiésemos sido advertidos pensaríamos que era auténtico de mármol. Está también el grandioso cuadro de la Campana de Huesca. ¿Historia o leyenda?. Algo real debió de haber que dio origen a la leyenda.
    Otra sección  lleva el título "El rey ha muerto". Nos muestra todo el ceremonial que tenía lugar cuando un rey moría: muestras de duelo en todo el territorio, desfiles de los caballeros de luto, con los escudos hacia abajo y las banderas arrastradas por el suelo. A veces eran momentos de gran conmoción social por la sucesión al trono. Hay recreaciones y cuadros que muestran el suceso luctuoso.
    Doña Petronila, hija de Ramiro II, reina de Aragón y Condesa de Barcelona, pasó la mayor parte de su vida en esta ciudad y allí quiso ser enterrada, en la catedral. En un principio estuvo en el pórtico en un sepulcro romano de mármol. En el siglo XV se trasladó al interior del claustro, donde sigue, aunque su tumba se atribuya a otra condesa.
    El monasterio de Sijena fue fundado en 1188 por Doña Sancha, esposa de Alfonso II. Esta reina lo eligió como panteón para ella y su hijo Pedro II, así como también para sus hijas Doña Dulce y Doña Leonor. Sus cuerpos reposan en sendos sepulcros de madera policromada, estando su custodia, durante siglos, a cargo de las monjas.
    Otros reyes eligieron como lugar para sus tumbas los monasterios de Poblet y Santas Creus. En Poblet están Alfonso II y Jaime I. Pedro IV, el Ceremonioso lo convierte en panteón de la Corona de Aragón.
    En Santas Creus reposan Pedro III y Jaime II, en magníficos sepulcros góticos.
    Fernando II quiso descansar en la catedral de Granada, junto a su primera esposa Isabel, lugar emblemático por haber sido el último bastión de la península,conquistado a los musulmanes por los Reyes Católicos.
    Catalina, hija de Fernando y de Isabel. casada con el príncipe Arturo, heredero de la corona de Inglaterra y después, al morir éste, con su hermano Enrique VIII. El divorcio del rey dio origen a la separación de Inglaterra de la obediencia a Roma y la fundación de la iglesia anglicana. Catalina continuó allí siendo muy querida por sus súbditos que veían en ella a la legítima reina. Al morir fue enterrada en la catedral de Peterborough, donde todos los años en el 7 de enero, aniversario de su muerte, tiene lugar una ceremonia.
    En el monasterio de las Clarisas, en Coimbra , reposa Santa Isabel, reina de Portugal, hija de la dinastía de Aragón y nacida en el palacio de la Aljafería. En las proximidades de la ciudad, en una ladera está situado el convento y allí es venerada esta reina.
    En la Exposición se pueden ver fotografías, piezas antiguas como bustos-relicarios, joyas, como collares con piedras preciosas engastadas, capiteles románicos, pinturas, etc. Algunas piezas son reproducciones pues, por distintas razones, ha sido imposible trasladar los originales.