viernes, 12 de mayo de 2023

Excursión a Huesca y Loarre

     En una hermosa mañana de primavera, a las 9,30, salimos del Centro, en un autobús, 55 personas mayores, con la ilusión delos jóvenes, hacia Huesca y Loarre.

    Sin contratiempo alguno llegamos a Huesca. El autobús se quedó junto a las murallas árabes y nos dirigimos a pie hasta el Centro de Información y Turismo donde nos recogió la guía que nos iba a acompañar en el recorrido por la ciudad. Primeramente nos dijo que Huesca había estado poblada desde tiempo inmemorial. Primero fue um poblado íbero; después, llegaron los romanos y le dieron el nombre de Osca, de ahí el gentilicio; luego fue conquistada por los árabes y, finalmente. por los cristianos en tiempos de Pedro I.

    En la misma plaza de López Allué, donde la oficina de Turismo, se encuentra La Confianza, comercio el más antiguo, no sólo de España sino de Europa. Ya lo conocíamos por haberlo visto en la tele pero pudimos entra y fisgonear lo que allí se expone, e imaginar, o mejor recordar como eran los establecimientos de este tipo en tiempos pasados.. Allí están los elementos de que  se servían para atender al cliente y los folletos y envases de los productos en venta.

    Lo primero fue visitar San Pedro el Viejo. Antes hubo una iglesia mozárabe que dio paso a la iglesia románica de hoy. En la portada destaca un crismón trinitario, que se repite en otros lugares del claustro. En él destacan las columnas con capiteles historiados, pero sólo 18 son originales. Los demás son réplicas ya que con el paso del tiempo estaban muy deteriorados y se sustituyeron por las nuevas réplicas. Figuran escenas de la vida de Jesús y otras mitológicas. Como en la Edad Media eran muy pocos los que sabían leer y escribir, la pintura y la escultura  hacían las veces de Catecismo. En una capilla del claustro están los sepulcros de los reyes aragoneses Alfonso el Batallador y de su hermano y sucesor Ramiro II , el Monje.

    De allí nos dirigimos a la catedral, situada en lo más alto de la ciudad, de forma que es visible desde lejos. En época árabe fue la mezquita mayor y así continuó durante siglos hasta que se construyó la catedral gótica que existe hoy. La portada es formidable, con numerosas esculturas en las arquivoltas, con un apostolado y los dos patronos de la ciudad: San Lorenzo y San Vicente. En el interior, destaca el retablo del altar mayor, en alabastro, obra del valenciano Damián Formént, con su óculo. Visitamos algunas capillas como la de la Inmaculada, el Cristo de los Milagros... En una está expuesta una vidriera gótica y otra está en el ventanal, el resto son de alabastro. Pasamos, también, por el Museo Diocesano, sito en la Parroquieta y los claustros de la catadral. Hay una exposición de arte sacro, de distinta procedencia. Lo que más nos impactó fue el retablo, tambien de alabastro, procedente de Montearagón.

    El ayuntamiento se encuentra en la misma plaza de la catedral. Es un edificio del siglo XVI, un palacio renacentista, con un amplio alero y la galería de arquillos, típica de estas construcciones. En el vestíbulo luce una techumbre mudéjat, en madera policromada, original, con el lema de la ciudad, concedido por Augusto por haberle ayudado en la batalla de Lérida. El lema es: Urbs, Victrix, Osca. El escudo es un jinete lancero y la figura de dos triángulos encarados. En la sala de Plenos admiramos el cuadro de La campana de Huesca, pintado en 1880. Posee una escalera monumental, en piedra  En la 1ª planta visitamos otros salones pero como los funcionarios estaban trabajando, no pudimos ver más.

    Desde allí nos dirigimos al edificio que albergó la Universidad Sertoriana, fundada por Pedro IV, en 1354.Su planta es octogonal. Allí estuvo la Zuda, que albergaba al Gobernador musulmán. al ser conquistada por los cristianos, los reyes aragoneses fijaron allí su residencia. Del palacio medieval destacan su arquitectura románica con columnillas y capiteles historiados en la llamada sala de Doña Petronila. En el sótano hay una sala con arcos abovedada, es la sala donde, según la leyenda o la historia, tuvo lugar la famosa campana de Huesca. El salón del trono está modificado ya que se utiliza para distintos fines. Del patio porticado se pasa al Museo en el que se exhiben , por orden cronològico, piezas procedentes de excavaciones y donaciones. Están representadas todas las Bellas Artes. 

    Se hizo la hora de comer y, como teníamos  reservado un restaurante, próximo a la ciudad, allí nos dirigimos. Después de descansar y reponer fuerzas, tomamos rumbo a Loarre, a visitar su famoso castillo. Allí, otro guía nos acompañó y nos explicó los pormenores del monumento. Fue mandado construir por el rey pamplonés Sancho el Mayor, pero solo unas torres vigías, en un escarpado, desde donde se divisaban grandes extensiones del llano ocupadas por los sarracenos, al sur. Su misión era meramente militar. Al morir este rey dividió sus estados entre sus hijos, dando lugar a otros reinos. Con el nombre de condado, su hijo mayor Ramiro I heredó Aragón al que luego se unirían los condados de Sobrarbe y Ribagorza, quedando Loarre siempre formando parte de Aragón. Está construído en distintas fases. La primera parte es románico lombardo. Después, Sancho Ramírez trajo a unos monjes agustinos para que lo guardaran, construyéndose la iglesia de San Pedro y una pequeña abadía, de la que solo existen unos arcos. Ésto ya en románico pleno, como se puede ver en las marcas de cantero. Después se construyó la muralla que lo cerca. Sus fines han sido siempre militares pero ha ejercido poco esta función, siendo el castillo más antiguo de toda Europa. Últimamente está dedicado al rodaje de películas y series de época medieval. Es un castillo roquero, de muy difícil acceso y lo mismo en el interior, con escalones de piedra por todos lados. Además el clima allí es de montaña , soplando todos los vientos.

    Después de esta visita se hizo la hora de regresar, algo que hicimos de buen grado. Pasamos un día muy agradable y aprendimos un montón de cosas y, para otras, sirvió de recuerdo.