jueves, 25 de junio de 2015

Los pueblos de la Arquitectura Negra de Guadalajara

    En la sierra noroccidental de Guadalajara, entre las vertientes meridional de Somosierra y la sierra de Ayllón, al abrigo del Pico Ocejón, encontramos los llamados pueblos negros. Es un tipo de arquitectura popular, donde la pobreza se hace arte. Emplea los materiales abundantes y disponibles en la zona: pizarra, barro, y madera de roble, pino, chopo, olmo...
La pizarra se emplea no sólo en la construcción de viviendas si no para todo tipo de obras: corrales, cobertizos, delimitación de fincas rústicas, hornos y otras de mayor importancia como iglesias y puentes. En algunos municipios esta arquitectura está protegida y sólo se puede construir ateniéndose a unas normas estrictas, para proteger el tipismo de los pueblos y el entorno medioambiental. El turismo no está masificado y, por el momento, no parece ser un problema.

    La pizarra , en paredes y cubiertas, puede ser negra, gris o pardusca, de ahí el nombre de pueblos negros. Las viviendas pueden ser de una o dos plantas, con sobrado o desván. Están orientadas al sur, por el clima frío, con ventanas pequeñas, sólo en la fachada, únicamente para ventilar y dar luz. Las ventanas y puertas están adinteladas con gruesos maderos.
Las viviendas más sencillas constan de una planta , dividida en dos partes, una destinada a los animales -vacas, cabras, ovejas, cerdos, gallinas- y otra destinada a la familia, con la cocina en el centro como punto de reunión y convivencia. Encima estaría el sobrado, destinado al almacenamiento de grano, paja, leña y alimentos para pasar los duros inviernos. En el caso de que la vivienda tenga más plantas, la segunda estaría destinada a los dormitorios familiares.

    La pizarra se coloca uniendo los pedazos mediante una mezcla de barro y paja, formando unos muros de 50 ó 60 cms de grosor. En el interior los tabiques son de adobe y palos verticales. Las vigas se asientan en los muros y, sobre ellas, un forjado y entablado. La cubierta está sostenida por postes de distintos tamaños, según la inclinación que soporten. Generalmente, son cubiertas a dos aguas, apoyándose la viga cumbrera y las que soportan el tejado en los postes y los muros externos. El tejado se construye con lajas de pizarra sobre lecho de barro y paja, colocado sobre el entablado de la cubierta. El tejado de la vertiente norte es muy inclinado para evitar el acúmulo de nieve. Llaman la atención las amplias chimeneas cubiertas con unas lajas de pizarra y colocando encima unas piedras blancas. Estas piedras blancas aparecen también en medio de los muros, colocadas entre la pizarra, desconocemos el motivo de esta inserción, tal vez sea algo decorativo.
Como ya hemos dicho, la cocina cumple diversas funciones y es donde se hace la vida. No sólo se preparan los alimentos si no que es el centro de la actividad familiar y social.Allí se hila, se recibe, se cura la matanza, allí está el horno donde se cuece el pan cada quince días...
 
    La iglesia sigue las normas generales y se construye con pizarra. Muy sencilla, de una sola nave, en estilo románico, con techumbre de madera, muy sencilla, con ausencia de decoración. Se empezaron a construir en el siglo XII, después de reconquistado el territorio. La orientación es este-oeste, con una sencilla espadaña triangular o una torre de planta cuadrada, en la parte norte. La entrada está situada en la fachada meridional, normalmente protegida por un sencillo atrio, raras veces más monumental, como en Tamajón. El ábside suele ser plano o semicircular, como en Valverde de los Arroyos, que se cubre con una bóveda semiesférica, en ladrillo. Prácticamente carecen de vanos y, en caso de haberlos, son ventanas muy estrechas, tipo aspilleras.

   Los cobertizos para el ganado, pajares, hornos comunales,etc presentan la misma forma constructiva. En los cercados se remata la parte superior con unas losas planas de pizarra.

    La naturaleza boscosa, agreste, virgen nos ofrece unos paisajes espectaculares. Según alturas nos encontramos con bosques de encinas, pinos, robles, castaños, chopos, etc. La mayor altura de la zona es el Pico Ocejón con 2049 ms. Abundan los cortados con profundos barrancos por los que discurren los ríos que nacen en estas sierras. Es fácil encontrarse con curiosos puentes, construidos también con pizarra, que salvan los barrancos. Las carreteras estrechas y serpenteantes no son aptas para conductores inexpertos. Es aconsejable parar en los distintos miradores y disfrutar del panorama que nos ofrece la naturaleza no contaminada por el hombre.

    Visitamos Valverde de los Arroyos, catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España. Después de callejear admirando la arquitectura típica de la zona y la limpieza, ornato  y buena conservación de la población fuimos al Museo Etnográfico. Primero nos presentaron un vídeo con todas las peculiaridades del pueblo: su vida, costumbres, fiestas típicas, entorno, etc. Un guía, amablemente, nos fue explicando cada uno de los objetos expuestos y su utilización. Vimos aperos de labranza, herramientas de carpintero, herrero, útiles para el esquileo, cardadoras, ruecas, husos, devanadoras, batanes y un hermoso telar, procedente de la zona de Extremadura. El séctor textil tuvo mucha importancia en la comarca. se tejían mantas y telas burdas para el campo, casi todo de lana y menos de cáñamo o lino. Todos estos trabajos se hacían en las casas y solamente el herrero era profesional. Allí están expuestos los trajes de danzantes y del Botarga. El traje de danzante consta de pantalón y camisa blancos, con un gran pañuelo bordado atado a la cintura y cintas rojas en las mangas,. pero lo que más llama la atención son los enormes tocados, como gorros cubiertos de flores, con un espejito en la parte frontal. Los danzantes tenían el privilegio de bailar sin destocarse delante del Señor en la Octava del Corpus. El Botarga es un personaje que lleva un colorido vestuario a base de un pantalón de pana y paño y una chaquetilla, todo de llamativos colores rojo, verde amarillo, marrón... Tiene una función seria -a diferencia de otros personajes similares- y es quien dirige los bailes. Éstos tienen lugar en la Plaza Mayor y después en las eras, con trenzado de cintas y otros pasos
La planta superior de la casa- museo está destinada a una exposición fotográfica que nos muestra cómo eran el pueblo y sus gentes tiempo atrás, cómo vivían y cuales eran sus trabajos. El guía nos hizo saber que hasta finales de la década de los setenta no llegó la electricidad al pueblo. Hoy es un lugar donde encontramos restaurantes y casas rurales donde pasar unos días en contacto con la naturaleza. Se pueden hacer excursiones a pie por senderos y disfrutar de cascadas como la Chorrera de Despeñalagua y otos lugares de singular encanto.
Goza de un microclima y se pueden ver en el entorno cerezos, castaños, manzanos, groselleros, en fin todo tipo de frutales y pequeños huertos familiares, regados por los múltiples arroyos de la zona.

    Toda esta zona formada por pueblos como Palancares, El Espinar, Campillio de Ranas, Campillejo, Majaelrayo Valverde de los Arroyos y algún otro pequeño poblado constituyen los Pueblos Negros y son dignos de conocerse.    

miércoles, 17 de junio de 2015

Clausura del curso 2014-2015

    Finalizó el curso con la ceremonia de clausura en el Aula Magna de la Facultad de Medicina. Con la sala a rebosar, nos hablaron el presidente de la Asociación de Alumnos que cumple una función muy importante en la organización de excursiones, visitas culturales,conferencias y otras muchas actividades.
También se homenajeó al primer presidente de la Asociación  que se ofreció, en la medida de sus fuerzas, a colaborar en lo que fuera menester y, a la vez, nos lanzó una idea muy sugerente. Aprovechando la enorme experiencia de muchos alumnos en las diversas profesiones que han ejercido a lo largo de su vida laborall, colaborar en el asesoramiento a la hora de elegir una profesión o unos estudios, actuando en los institutos con los jóvenes estudiantes, indecisos en su vocación a la hora de elegir un camino en sus vidas.
Nos habló también nuestro Director de la UEZ y, en representación de la Autoridad académica, la Directora del ICE.

    A continuación el profesor Guillermo Fatás nos impartió una interesante conferencia sobre el libro Vidal Mayor.
A raiz de las Cortes Generales de Huesca, en 1247, el rey aragonés Jaime I consideró necesario hacer una compilación de todos los fueros que existían entonces en el reino, con el fin de unificar las leyes pues casi cada población tenía su propio fuero. Esta labor se la encargó al obispo de Huesca Vidal de Canellas.
No sabemos exactamente dónde nació, aunque sí parece que estuvo ligado a Barcelona. Estudió en la universidad de Bolonia, donde enseñaba Raimundo de Peñafort, con quien mantuvo relaciones toda su vida.
El Vidal Mayor es la primera compilación del Fuero de Aragón y fue redactado entre 1247 y 1252. El primer libro fue redactado en latín "Liber in Excelsis", la lengua culta entonces. Después se hizo otra nueva versión ampliada en lengua aragonesa, con aclaraciones y sugerencias para los jueces que tenían que aplicar las leyes. En un principio tuvo la oposición de la nobleza porque aunque había sido promulgado por el rey no había sido refrendado por las Cortes. y estaban más de acuerdo con el Fuero de Jaca. En el siglo XIV se utilizaba una versión más reducida.
El texto que se conserva es un manuscrito en pergamino, con 156 ilustraciones, miniaturas en vivos colores, de una perfección extraordinaria. Es una obra de arte, en sí.
El libro ha pasado por muchas manos y, en tiempos se le consideró perdido. Se sabe que en el siglo XIX pertenecía a la familia de Luis Franco y López. Sus herederos lo vendieron a un comerciante inglés. Ya en el siglo XX, el sueco Gunnar Tilander hizo un estudio del mismo sobre el lenguaje y las leyes medievales, publicando sus trabajos. Actualmente se encuentra en California, en el museo de la Fundación Getty, en un lugar de honor, como una joya muy preciada. Han tenido la generosidad de cederlo para hacer copias en fac-simil, por iniciativa de la Diputación de Huesca, bajo la supervisión de Agustín Ubieto.
¿Qué podemos decir de él? Los que hemos tenido el privilegio de poder contemplarlo y hojearlo podemos dar testimonio de su belleza. Por su antigüedad  es primer el texto en romance aragonés que se conoce. No se sabe en qué "scriptorium" fue escrito e ilustrado. Por su calidad debió ser en uno muy importante. Pudo ser en Barcelona. Hay otras opiniones que se inclinan por Navarra. Lo que sí parece seguro es que fue dentro del reino.
Como muchas veces los humildes perdían  sus derechos por el alargamiento de los pleitos, con la ordenación de los fueros el juez sabía, en cada caso, qué fuero tenía que aplicar, facilitándole el trabajo  de forma que la justicia fuera más rápida.
Guillermo Fatás nos fue describiendo y explicando las distintas ilustraciones del libro que son de una gran calidad y precisión. Están tratados los derechos de los cónyuges , de la viuda, de los huérfanos, de los hijos adoptivos, de de los prestamistas, de los morosos... Casi todos los aspectos de la vida están tratados en el libro.

   Después de la lección magistral tuvo lugar el reparto de premios del concurso de relatos que, año tras año, se convoca para que los alumnos luzcan sus habilidades literarias. De los tres premios, dos fueron para la misma persona. Según opiniones cada año se eleva el nivel de los trabajos presentados y aumenta el número de los mismos  por lo que la tarea de selección se hace difícil.

    Como final del acto nuestros compañeros del grupo de teatro nos obsequiaron con unas graciosas interpretaciones que fueron del agrado de todos por su frescura y buen hacer.

    Y como despedida, en la cafetería de la Facultad de Derecho, un "piscolabis" para pasar un rato de amena convivencia con todos los compañeros y despedirnos deseándonos unas felices vacaciones y esperando con alegría volvernos a encontrar todos en septiembre.

domingo, 14 de junio de 2015

Visita cultural a la cuenca del Matarraña

    Como final de las actividades del curso el Centro Cívico de Casablanca organizó una excursión a la comarca turolense del Matarraña que resultó muy del agrado de todos por su buena organización e interés de la visita.
Llevamos una guía que, ya en el autobús, demostró unos conocimientos vastísimos de la geografía y, sobre todo, de la historia de los lugares por donde pasábamos. Nos habló del poblado íbero-romano de los sedetanos, de Azaila, que yo ya había visitado tiempo atrás pero que me sirvió de recordatorio. Fue excavado por el arqueólogo Juan Cabré y el profesor M. Beltrán.

    Nuestro primer destino era Valderrobres, cabeza de la comarca y centro administrativo. El núcleo urbano está bien diferenciado en dos zonas. Atravesado por el Matarraña, al norte se encuentra  el casco histórico y, al sur del río la población más moderna, sin interés artístico ni histórico alguno. Actualmente es donde viven la mayor parte de los habitantes, ciertamente con más comodidades que en la empinada ladera de la colina en la que se asienta el antiguo poblado medieval.

    El lugar fue reconquistada a los árabes por Alfonso II que lo donó al obispo de Zaragoza con la intención de que se construyera allí un castillo que sirviera de defensa a la cercana frontera. En 1307 el obispo de Zaragoza, Pedro Torroja, se convierte en el señor feudal de la zona y el arzobispo Pedro López de Luna emprende la construcción del castillo y la iglesia. A partir de 1390 el arzobispo García Fernández de Heredia convierte el castillo en palacio residencial y termina la iglesia, excepto la torre que se terminará bajo el mandato de Dalmacio Mur  y Cevellón. Los escudos de estos prelados aparecen en muchos lugares de la construcción palaciega. A mediados del siglo XVI Hernando de Aragón mandó construir el muro del patio de armas, el distribuidor de la planta noble y el retablo mayor de la iglesia. A partir de entonces los arzobispos dejaron de preocuparse por Valderrobres y tanto el castillo como la iglesia sufrieron las consecuencias de la desidia. Con la desamortización pasó a manos del Estado y el abandono fue total. Últimamente se han emprendido las obras de restauración y, aunque aún quedan zonas por rehabilitar, es una obra muy digna y un punto de referencia del gótico levantino en Aragón.

    Si entramos por la parte sur al casco antiguo y monumental, tenemos que cruzar el río por un puente medieval, muy bien conservado. Es de finales del siglo XIV y principios del XV. El puente termina en el Portal de San Roque,una de las siete puertas de que disponía la muralla. Al lado se encuentra el Ayuntamiento, a imitación del de Alcañiz. Espléndido edificio renacentista de estilo aragonés, con su alero voladizo, las arcadas en la planta superior y un hermoso balcón que da a la plaza. Tiene también una lonja donde se celebraba el mercado. Este edificio fue reproducido para la Exposición Universal de Barcelona, en 1929, y figura en el Pueblo Español.
En la plaza hay hermosas casas de la misma época así como también La Posada, hoy convertida en restaurante en cuyas cuadras tuvimos el gusto de comer.

    Empezamos la visita por el castillo, hermosa fábrica de sillares de piedra, como todo el casco histórico. El exterior es imponente, de estilo gótico, almenado, con cuatro torres en las esquinas, ventanas geminadas en la planta noble y una galería de ventanales abiertos en la planta alta.
Entramos por la puerta principal al recibidor donde descabalgaban los señores, pasando a las caballerizas y los aposentos de los mozos de cuadras que conservan su techumbre original con bóvedas de medio cañón apuntado. Hoy son salas de exposiciones.
Por una escalera se accede a la Sala Capitular, con techumbre de madera y arcos diafragma, rodeada por un banco de piedra y que, seguramente sirvió como sala de espera. A través de una escalera se llega a la planta primera con un pórtico donde se encuentran dependencias como la cocina, despensas y la necesaria o retrete.
Subiendo un poco más se llega a la planta noble con el Salón de las Chimeneas (3), un inmenso aposento con ventanales góticos con bancos a los lados (ventanas festejadoras). Por una puerta comunica con las dependencias privadas del obispo, con el Salón Sur, que sería su despacho y sala de estar. Falta por reconstruir lo que serían el dormitorio y el vestidor.
La cocina es una sala con el fogón en el centro y una elevada cúpula octogonal, sobre trompas, para facilitar la salida del humo. Comunica con el Salón de las Chimeneas a través de estas que se utilizarían también para preparar asados que así  llegarían calientes a la mesa.
En la segunda planta se ven los restos del antiguo castillo, asentado en la misma roca que aflora en el centro y que forma como un patio, tipo claustro.
Por medio de una escalera metálica se sube a las estancias más altas, las galerías, que tienen unas magníficas vistas. Antiguamente formaban compartimentos y servían de granero y alojamiento del personal de servicio.
En la planta inferior, debajo de lo que sería la torre del homenaje, hay un recinto de mazmorras, que llaman el Pozo de la Mano Peluda.
Vimos también lo que fue la bodega, con espacios para tres enormes toneles de 5000 ls. cada uno.
Había un paso que comunicaba los aposentos privados del obispo por el que pasaba a su tribuna en la iglesia.

    La iglesia de Samta María la Mayor es de estilo gótico levantino.La fachada tiene un enorme rosetón, más propio de una catedral. La portada tiene once arquivoltas en degradación. En ella aparece la historia de Noé y los profetas , la Anunciación, la Huida a Egipto y a los lados cuatro esculturas grandes, dos de ellas son de los Oferentes. En los canecillos y las gárgolas, así como en la cornisa aparecen animales y motivos vegetales.
La iglesia es de una sola nave , con capillas entre los contrafuertes. Tiene arcos apuntados y bóvedas de crucería, siendo notables las claves. Posee una galería o capilla del obispo en su parte alta. A los pies se exponen los restos del magnífico retablo de Jerónimo Cósida, incendiado durante la guerra.

    Callejeando por el pueblo podemos admirar los restos de la muralla, otra puerta de la misma y algunas casas señoriales, como el Torreón de Valentinet y el Hospital que durante siglos sirvió de asilo a los pobres y huérfanos y después fue convertido en escuelas públicas. En la actualidad es un centro cultural que alberga fotografías de los monumentos de los pueblos de la comarca.
La iglesia, en 1931, con la República, fue declarada Monumento Histórico y, en 2004 la iglesia de Santa María la Mayor, el Castillo, el Ayuntamiento y todo el casco antiguo fueron declarados  Bien de Interés cultural, por el Gobierno de Aragón.

    Por la tarde, emprendimos rumbo a la población de Calaceite. Etimológicamente significa "castillo de Zeid". Es un municipio de unos 1300 habitantes de la comarca del Matarraña. Está situado en un cerro y rodeado de otras alturas. El antiguo poblado nació al abrigo del castillo del que no se conserva nada. La primitiva iglesia de San Pedro fue construida sobre la antigua mezquita.
En sus inmediaciones se han encontrado restos arqueológicos con pinturas rupestres. Este trabajo se debe al arqueólogo calacitano Juan Cabré. A él está dedicado un museo en la localidad.
Cerca está el poblado ibérico de San Antonio, descubierto por Juan Cabré y después por otros catalanes. Los restos encontrados están en los museos de Madrid y Barcelona.
Se conoce muy pocco de la época musulmana. Calaceite es conquistada en 1132 por Alfonso I, los árabes la recuperaron y fue conquistada nuevamente por Ramón Berenguer IV,aunque la reconquista definitiva la llevó a cabo su hijo Alfonso II entre 1168 y 1169. Primero fue señorío de Bernat de Cambrils y sus herederos, después pasó al obispo de Tortosa y, finalmente, a la Orden de Calatrava. En 1442 volvió a depender del obispo de Tortosa hasta 1823.
A mediados del siglo XVIII sufrió una serie de calamidades como la peste, sequía... En la Sublevación de Cataluña, al igual que Tortosa, estuvo en contra de las tropas franco-catalanas lo que motivó que fuera saqueada e incendiada la villa. Después se operó una transformación. El comercio del aceite era próspero y vivió momentos de esplendor siendo muchos edificios grandiosos construidos en este periodo. En la Guerra de Sucesión luchó en el bando del archiduque por lo que los ejércitos de Felipe V tomaron represalias sobre la población. La Guerra de la Independencia no tuvo mucha repercusión pero si las Guerras Carlistas, al igual que toda la comarca por las campañas de Cabrera. La Guerra Civil también afectó a villa, primero fueron víctimas de las tropas del Frente Popular que incendiaron los edificios religiosos y el Ayuntamiento. Al llegar las tropas de Franco ocurrió otro tanto y muchas familias republicanas tuvieron que emigrar a Francia. Después de la guerra, emigración hacia las ciudades en busca de trabajo y, naturalmente, descenso de la población.

    Hicimos un recorrido por el Casco Histórico admirando su hermoso caserío, las imponentes casas solariegas, en piedra, con gran profusión de balcones -algunos esquinados- y muy buenos trabajos de forja. Las puertas doveladas hablan de tiempos de abundancia.
La iglesia parroquial de la Asunción tiene una portada imponente, barroca con columnas salomónicas en mármol negro. Son también dignas de mención la capilla del Pilar -sobre un arco- y la de San Antonio. En la Plaza Mayor está el Ayuntamiento, con lonjas para el mercado y al lado, una recoleta placita, destinada tambéen a las funciones del mercado.
La población está declarada como Conjunto Histórico Artístico con pleno derecho y es uno de los pueblos más bonitos de España.