viernes, 29 de abril de 2011

Tulebras


San Benito de Nursia es considerado como el Padre del monacato en Occidente. Funda en su Italia el Monasterio de Montecasino y junto con Santa Escolástica, su hermana, darán a la Iglesia la Orden Benedictina que se extiende rápidamente por toda Europa. Dio a los cenobios una Regla a la cual todos tenían que acomodar su vida. Su principio "no anteponer nada al amor de Cristo".

La vida monástica, su espiritualidad se basa en la oración, la Liturgia, la Lectura de los Libros Sagrados, la obediencia, una vida ascética hecha de renuncias, la vida en comunidad, el silencio, la soledad y el trabajo.

En 1098, en Francia tiene lugar la reforma del Císter, que se extiende por otros países de Europa, entre ellos España, introduciendo nuevos aires y nuevas formas culturales.
El primer monasterio de monjes cistercienses se funda en Fitero (Navarra) y el de monjas de la misma Orden en Tudela, en 1147, pero en 1156 se trasladan a un lugar más solitario, Tulebras, en un enclave entre los reinos de Castilla, Navarra y Aragón.

El de Tulebras es el primer monasterio femenino del Císter en España y se debe al rey García Ramírez, que trae monjas de un cenobio francés para que se establezcan en su feudo. Desde entonces, de forma ininterrumpida han permanecido en él. En 1957 se acogió a la Reforma de la Trapa. En la actualidad cuenta con 26 monjas, dedicadas al trabajo y a la oración.

Recientemente ha sido nombrada Abadesa del monasterio de Santa María de la Caridad, Pilar Fernández que lleva en el convento 16 años. Tan fausto acontecimiento congregó a los obispos de Tudela y Tarazona que actuaron en la ceremonia, secundados por numerosos monjes de la Orden y sacerdotes de las diócesis, así como de Zaragoza y multitud de amigos de la nueva Abadesa.
Fue un acto muy emotivo y muy raro en estos tiempos en los que las vocaciones escasean, encontrarse con este grupo tan numeroso de personas que huyendo de las vanidades del mundo encuentran la paz tras los muros de un monasterio.

Durante la Eucaristía tuvo lugar la ceremonia con la entrega del báculo abadial y todos los símbolos del cargo, haciendo las promesas de ser maestra, madre, directora espiritual y ejemplo para todas las hermanas que verán en ella un modelo de vida.

Después de la ceremonia, los parabienes, las fotos y un ágape para todos los numerosos invitados. Después cada cual volvió a su vida y las hermanas al recogimiento de su clausura.

Sólo podemos acordarnos de los versos de Fray Luis de León:
"que descansada vida la del que huye del mundanal ruido
y busca la escondida senda, por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido".

martes, 19 de abril de 2011

La cacharrera

La Tía María, la cacharrera de Peñafiel, era una mujer ya entrada en años, gruesa, pero con una fortaleza física que para sí querrían muchos hombres. El pelo blanco, con un grueso moño oculto por un pañuelo negro; amplias vestiduras, negras también, que le cubrían hasta el tobillo y un enorme delantal con un bolso donde iba guardando las monedas, daban a su figura un aspecto de recia dignidad. Era viuda y con su trabajo iba sacando adelante a su numerosa familia.

Al pueblo solía ir un día al mes, casi siempre en martes. Venía desde Peñafiel, una distancia más que considerable, si tenemos en cuenta los medios de la época. Llegaba con su carro, tirado por una mula, a veces sola y otras acompañada de un mozalbete que le ayudaba en las tareas. Entraba hasta la plaza y allí descargaba la mercancía que iba extendiendo por el suelo.

La noticia corría como la pólvora: ¡ha llegado la Tía María!. Todas las mujeres del pueblo echaban un vistazo a la casa para ver qué cacharros se habían roto y había que reponer.
Allí se encontraban los botijos, que conservaban el agua fresca en verano y que, a veces sufrían algún accidente, cuando en las peleas entre la chiquillería, eran alcanzados por alguna piedra y se hacían mil añicos; entonces con gran disgusto regresábamos a casa con el asa en la mano.
Allí también se podían encontrar los cántaros que se usaban para almacenar el agua en las casas y que servían de pretexto, al atardecer, para que las mozas echaran una parrafada con las amigas o los novios, si tenían. La fuente solía ser el lugar de cita en los días laborables.
Había pucheros de todos los tamaños, aquellos en los que las madres preparaban el cocido diario, arrimándolos a la cepa que lentamente ardía en el hogar, durante toda la mañana, hasta la hora de reunirse la familia, al mediodía, cuando los niños regresaban de la escuela y los hombres del trabajo en el campo.
También traía las clásicas cazuelas "zamoranas", los platos redondos o las fuentes ovaladas, en las que el día de la fiesta mayor, se hacían los asados de lechazo de la zona. ¡Aquello era un manjar!. Y lo sigue siendo, pues aunque hayan cambiado los tiempos, hay cosas que perduran.
Se podían encontrar las orzas, donde se conservaba en aceite todos los productos de la matanza.
Platos y fuentes de loza... Hasta tapaderas de arcilla, de todos los tamaños, para cubrir cualquier recipiente.

A veces se pagaba con dinero pero lo más frecuente era el trueque: es decir, a cambio de los cacharros que necesitaban, entregaban trapos viejos, jerseis de lana, ya inservibles, suelas de zapatillas, hierros oxidados, etc. ¡Que nos digan ahora que hay que reciclar!. Entonces no se tiraba nada.

La Tía María, aligerada su carga de cacharros y lleno el carro de todo lo que no servía en el pueblo, regresaba a Peñafiel hasta la próxima visita. Para los críos era un acontecimiento y no nos perdíamos la visita a la plaza para curiosear la mercancía.

domingo, 10 de abril de 2011

La Flauta Mágica

La Asociación Aragonesa de la Ópera "Miguel Fleta", en su afán por promocionar la ópera ha programado un ciclo de conferencias, dedicados a dar a conocer las obras de los más ilustres compositores. Entre ellos no podía faltar Mozart y algunas de sus obras más destacadas. W. Amadeus Mozart nace en Salzburgo en 1756 y muere en Viena en 1791. Niño prodigio, su padre lo exhibía por todas las cortes europeas. La muerte de su madre y desavenencias con el padre, lo llevan a Viena en 1781. Al principio se gana la vida dando clases y componiendo, a la espera de tiempos mejores. Entre sus obras figuran varias óperas como: Casi fan tutte, Don Giovanni, Las Bodas de Fígaro y La Flauta Mágica. Esta última la compone poco antes de su muerte. Le fue encargada por su amigo y empresario de teatro Emanuel Schikaneder. Es una ópera en dos actos, cuyos personajes son: Tamino, príncipe japonés. Papageno, pajarero. Astrafiammante, la Reina de la Noche. Pamina, la hija de la Reina de la Noche. Sarastro, rey-sacerdote del Templo. Papagena, aparece primero como vieja y luego convertida en una joven. Monóstatos, esclavo negro de Sarastro. Aparecen también tres damas de la Reina de la Noche, tres genios y otros hombres en el Templo. La obra es intemporal y, aunque no se sabe exactamente, por las alusiones a Isis y Osiris, el Templo y otros detalles, parece Egipto. El príncipe Tamino se encuentra en un bosque, huyendo de una serpiente, y cae desmayado. Aparecen tres damas de la Reina que matan a la serpiente y van a comunicarle su aparición pues puede ser la solución a las penas que embargan a su señora. La Reina aparece y cuenta a Tamino que la princesa ha sido secuestrada por Sarastro. Le muestran un retrato y, al momento queda prendado de su hermosura. Le promete su mano si logra rescatarla. Le acompañará el pajarero que andaba por el bosque cazando pájaros. Como ayuda entregan a Tamino una flauta mágica y a Papageno un carillón mágico por acompañar al príncipe. Cuando llegan al reino de Sarastro se dan cuenta de que las cosas no son como les ha contado la Reina. Monóstatos acosa a Pamina cuando llega Papageno que le cuenta que están allí para rescatarla y huyen los dos perseguidos por el esclavo. Tamino llega al bosque sagrado con los genios, toca la flauta y todas las bestias acuden mansas. Aparecen también Pamina y Papageno y Sarastro quien pide a los jóvenes que se queden para que sean iniciados en los misterios de la sabiduría. Para ello tienen que superar unas pruebas: el silencio, el fuego y el agua. Pamina cree ser rechazada por el príncipe porque no le habla y está a punto de clavarse el puñal que su madre le entrega para que asesine a Sarastro. Papageno vive otra historia de amor paralela con Papagena, que después de diversas peripecias se resuelve felizmente, como la de Tamino Y Pamina. Aparecen muchos símbolos masones en la obra: el número tres está presente en la melodía, en las tres puertas del Templo, el triángulo aparece continuamente. Después están los ritos iniciáticos, el silencio (secretismo), la sabiduría, la tolerancia, el perdón , la fraternidad... Hay que tener en cuenta la fecha en que se compuso (1791), cuando hacía sólo dos años de la Revolución Francesa, que también propugnaba estos postulados. Frente al oscurantismo, propugna la razón y la tolerancia y lo que en un principio parecía el mal, se cambia por la luz del conocimiento y al revés los oscuros propósitos de la Reina de la Noche quedarán manifiestos. No hay que olvidar que, tanto Mozart como el amigo que le encargó la obra, eran masones.

sábado, 9 de abril de 2011

La sombra de las banderas

Premio Ateneo de Sevilla, 1969. Autor: Manuel Pombo Angulo. Nace en Santander en 1914 y muere en Madrid en 1995. Estudia Medicina en Valladolid, pero desde muy joven se siente atraído por la Literatura, colaborando en diversos periódicos y ejerciendo como corresponsal en Alemania. Es Premio Nacional de Literatura por la novela Sin Patria, Premio Lope de Vega de Teatro por su obra Te espero ayer, finalista del Premio Nadal con Hospital general y en 1969, Premio Ateneo de Sevilla por La sombra de las banderas. La sombra de las banderas es una novela histórica sobre los acontecimientos de la Guerra Civil Española. Está dividida en cuatro partes y un epílogo. En la primera parte nos presenta a los personajes principales de la novela. Momo, un gigantón forzudo, pero un pedazo de pan, siempre dispuesto a ayudar a los demás. Cuenta la curiosa historia de su nacimiento y juventud hasta que recala en Madrid huyendo del pueblo porque se ha enamorado de La Hueca. Bernardo, el principal protagonista. un joven estudiante madrileño, de la calle de Velázquez, valiente y soñador, que se ve envuelto en los disturbios de la Universidad, en la preguerra. Junto con Momo termina en la cárcel, donde conoce a Luisa, la novia de su hermano, que será el amor de suvida. Aparecen también Seve, un muchacho idealista, de buena casa pero un poco "raro". Juan es otro estudiante del último curso de Medicina, el más sensato, que quiere, ante todo, terminar la carrera para poder ayudar a los demás. Estos cuatro van a permanecer juntos toda la contienda y estarán unidos en multitud de acontecimientos como La Ciudad Universitaria, pero sobre todo en la Batalla del Ebro, donde Bernardo es herido gravemente, quedándole una bala alojada muy cerca del corazón. Aparecen también el Comisario Ruíz, nieto de la Marquesa de Arredondo y su amigo el anarquista Quinanilla, escultor enamorado de Consuelo, la hija de El Chino. Después de la guerra, Bernardo se casa con Luisa, que muere prematuramente al dar a luz a gemelos. Después de este golpe Bernardo queda destrozado y entra en un túnel sombrío, sin razones para vivir. Cada cual va abriéndose camino en la postguerra pero Bernardo no quiere tomar parte en la reprsesión, no es lo mismo que en la guerra. Con este panorama no le queda otro camino que enrolarse en la División Azul y marcha a Rusia. Vuelve a ser herido y es trasladado a un hospital de Heidelberg, donde pasa un tiempo. Vuelve a España vacío por dentro y por fuera. Se reencuentra con Consuelo, viuda de Quintanilla, que ha progresado, y con ella y con su hijo, encarrila su vida formando una familia. En la conmemoración de los 25 años de Paz los excombatientes son invitados a participar en el desfile de la Victoria. Todos buscan sus antiguos uniformes, desfilando juntos el grupo de amigos, cada uno de los cuales ha seguido su camino. A unos les ha tratado mejor la vida y a otros peor, pero allí está otra vez reunidos. Después de la celebración, cargados de copas, el antiguo Comisario, con su flamante Mercedes y Momo al volante, emprenden el viaje hasta el pueblo de Momo, terminando estrellándose en la plaza del pueblo. Momo muere en el accidente y es trasladado al circo donde trabajaba. Allí es despedido por todos sus amigos y compañeros. Y la vida sigue... Hay mucha literatura sobre la Guerra Civil. Alguna muy partidista. Manuel Pombo Angulo describe los horrores que se cometieron en ambos bandos, no eran ángeles. Destaca también los actos de heroísmo, realizados a veces desde el miedo y la inconsciencia. Está tratado desde un punto de vista poético e idealista. Los amantes de la novela histórica pueden pasar buenos ratos con su lectura, pues está bien construída y los personajes son de carne y hueso.

domingo, 3 de abril de 2011

Joaquín Costa

Entre los muchos actos de homenaje, en el Centenario de la muerte de Joaquín Costa, hay una exposición en el Paraninfo, digna de ser visitada. Hace un recorrido por la vida y obra del insigne jurista, historiador y erudito aragonés. Joaquín Costa Martínez nace en Monzón el 14 de septiembre de 1846, de familia campesina, muere en Graus el 8 de febrero de 1811. A los 6 años se traslada con su familia a Graus. Estudia el Bachillerato y Magisterio en Huesca. Pasa después a Madrid donde estudia Derecho y Filosofía y Letras. Allí traba amistad con Giner de los Ríos y conoce la Institución Libre de Enseñanza, en la que impartirá clases. Ejerce la abogacía y después hace oposiciones a Notario. Desde la juventud se siente atraído por la escritura y el periodismo, publicando artículos en diarios y revistas de la época. Es el primer representante del Regeneracionismo que propugna "escuela, despensa y siete llaves para el sepulcro del Cid". Ha llegado al mundo en una España que va hacia la ruina. En el exterior, la pérdida de las últimas colonias y en el interior analfabetismo y miseria, corrupción en la política y un país con mucho retraso, de espaldas a Europa, aislado políticamente. Todas estas circunstancias le llevan a la política, donde fracasa. Con D. Basilio Paraíso y Santiago Alba forma parte de la dirección de Unión Nacional, pero dura poco y en 1903, por desuniones con los dirigentes sale del partido y se inclina por Unión Republicana, más en consonancia con sus ideas. Se preocupa por el Derecho consuetudinario. Otra de sus preocupaciones la constituyen los regadíos, las obras hidraúlicas y el colectivismo agrario. Propone un cambio en la dirección y aprovechamiento de los recursos naturales: repoblación forestal. investigación... La educación es la clave para cambiar el país. Se necesita una reforma a fondo, empezando por la escuela primaria; planes modernos, nueva pedagogía.. Hay que facilitar tierras en propiedad a los jornaleros que trabajan las ajenas. En Oligarquía y caciquismo denuncia la corrupción política de la Restauración. Municipalización de los servicios básicos como agua, electricidad, teléfono, tranvía... La síntesis de su pensamiento podría reducirse a una regeneración mediante la educación y la europeización a través de un cirujano de hierro. Esto último parece que es la profecía de lo que años después vendría con la Dictadura de Primo de Ribera. Enfermo y desengañado de la política se retira a Graus, desde donde se expresa a través de El Ribagorzano, haciendo que aún se escuchen los rugidos del "león de Graus". Su entierro fue multitudinario, descansando en el cementerio de Torrero en un monumento que Aragón le dedica. En la exposición podemos ver paneles que nos informan de su vida y obra además de material y recuerdos de Costa, tales como escritos, fotografías, periódicos, cuadros, recuerdos como su bastón, una lupa, tijeras, etc. Es muy interesante y podemos aprender mucho sobre los ideales de este aragonés ilustre que aunque no pudo ver realizados sus sueños, no fue baldía su obra.

viernes, 1 de abril de 2011

El tranvía

Con motivo de la puesta en funcionamiento del tranvía en Zaragoza, el día 19 de este mes, se están llevando a cabo unas interesantes visitas con diversos colectivos como colegios, asociaciones, grupos de personas mayores, etc. Tuve el placer de poder realizar uno de estos viajes con la Universidad de la Experiencia. Los que ya conocimos el tranvía en épocas anteriores, pudimos comprobar la diferencia. Es un medio de transporte moderno, no contaminante, muy cómodo, sobre todo para las personas con movilidad reducida, queda a ras del suelo y no hay que subir escalones, se pueden introducir cómodamente sillas de ruedas, cochecitos de niños, incluso bicicletas. Para las personas que necesiten más tiempo para apearse, existe un botón que al pulsarlo el conductor sabe que tiene que dar más tiempo en la parada. Así mismo dispone de frenos de emergencia para evitar atropellos. El interior resulta muy luminoso pues dispone de amplios ventanales desde los que admirar el paisaje del recorrido, como sucedió a nuestro grupo, ya que pocos conocíamos el moderno barrio de Valdespartera; de él recordábamos los Cuarteles y unos montículos secos y pelados en los que no crecían mas que pobres matojos. Quedamos sorprendidos por la amplitud de las calles y los terrenos dedicados a espacios verdes. Los arbolitos aún son pequeños y no dan sombra pero dentro de unos años será una delicia poder pasear y descansar en esos parques. Nos llamó también la atención la cantidad de parques infantiles, con su mobiliario específico. Una azafata y voluntarios nos acompañaron en el viaje y fueron explicando a lo largo del recorrido el funcionamiento y conceptos técnicos tales como las catenarias y otros términos, al menos para mí, desconocidos. También nos informaron que en la siguiente fase, osea, desde la Gran Vía hasta el Parque de Goya, aún por construir, el tranvía funcionará con acumuladores. Ha de atravesar toda la ciudad. Me imagino el caos circulatorio que se va a preparar durante las obras, visto lo ocurrido en la primera fase, que ya hemos sufrido los que vivimos en esta zona. El presupuesto también ha de ser astronómico. Por estas razones son muchos los zaragozanos que están en contra de esta obra. Esperemos que el gasto y las molestias se vean compensados por los beneficios que el tranvía nos reporte a todos.