domingo, 30 de agosto de 2020

La "nueva normalidad"

     Dentro de la "desescalada", hace tiempo que pasamos a esta nueva fase.

    Pensábamos que ya se empezaba a ver la luz al final del túnel, que ya tocaba a su fin esta horrible pesadilla. Desgraciadamente hemos visto que era una falsa ilusión. En cuanto pudimos salir de casa, sin cortapisas, empezó a relajarse el cumplimiento de las normas que nos aconsejaban las autoridades sanitarias y gubernamentales y, como consecuencia, comenzaron a aparecer por aquí y por allá nuevos rebrotes de la pandemia y tuvieron que prohibir las reuniones  de más de diez personas y poner coto al ocio nocturno, cerrando bares, restaurantes y discotecas a una determinada hora.

    Ahora son muchos los portadores asintomáticos que, al no sentirse enfermos, circulan a sus anchas y van contagiando a otras personas. En su mayoría son jóvenes que tienen una vida socialmente más activa .Al hacer los tests hay que buscar todos los contactos que hayan podido tener para así aislarlos y evitar futuros contagios.

    Hay que tener en cuenta el gran retroceso de la economía en estos tiempos de confinamiento. Muchas pequeñas empresas no han podido soportarlo y se han quedado por el camino. En todas las calles vemos tiendas que ya no han vuelto a abrir. 

El turismo es uno de los sectores más perjudicado. Los turistas extranjeros han anulado sus reservas y han tomado otros derroteros, o bien, se han quedado en su propio país. En España tampoco se ha salido este verano al extranjero y los españoles han aprovechado para visitar rincones maravillosos de nuestra patria que, de otra forma nunca hubiesen conocido. Las casa rurales han tenido mucha aceptación estas vacaciones veraniegas y se ha optado por un turismo de naturaleza. Los apartamentos de la costa También están casi al completo pero ocupados por turistas nacionales.

    Esto es la nueva normalidad. Nueva, sí, normalidad ya es más problemático. Hay muchas personas que no se atreven a salir de casa con lo cual están generando unas depresiones difíciles de combatir. Salir a la calle y ver a todas las personas enmascaradas ¿es esto normal?. Cuando te cruzas con alguien intentas alejarte al máximo. No hablas apenas con vecinos y conocidos si los encuentras en la calle, a lo sumo un saludo desde lejos. El saludo con los codos ¿puede compararse a un abrazo o un simple apretón de manos?. Las personas van a su trabajo (los privilegiados que aún lo tienen), Porque la economía no puede parar y, enseguida, a casita.

    Los que aún podemos, salimos a pasear por la mañana temprano para librarnos de los rigores del calor, en solitario, evitando pararse a hablar con otros paseantes. Después, al llegar a casa, a desinfectar todo lo que tocamos. Y ya hasta el día siguiente. Y así un día y otro, siempre la misma rutina. Pero los que podemos salir somos privilegiados porque hay muchas personas mayores que están mucho peor. Viven solas y no pueden salir a la calle, bien por su estado de movilidad reducida o porque la casa donde viven no dispone de ascensor. Hasta es posible que no tengan un balcón o terraza al que asomarse y estar en contacto con el mundo. Gracias a los voluntarios que les llevan una pizca de consuelo. 

    En las Residencias están restringidas las visitas y los ancianos no pueden salir a la calle, darse su paseíto y tener un poco de vida social. ¿Es esto la normalidad?.

    Está a la vuelta de la esquina el comienzo del curso y se presenta el problema de los niños y los colegios. Llega septiembre y no se sabe bien qué va a pasar. ¿Clases on line o presenciales? Muchos alumnos en las clases, se necesita más espacio y más profesorado. ¿Se puede asumir?. Hay muchos padres que tienen miedo de enviar a sus hijos al colegio. Pero si tienen que trabajar ambos ¿Cómo se puede conciliar?.

    Estos días se ha reunido el Presidente del Gobierno con los de las Comunidades Autónomas y parece que se han puesto de acuerdo. Han elaborado unos protocolos y todos están de acuerdo para que se abran los colegios pero ajustándose a unas normas adecuadas para proteger la salud de los niños y del personal docente , tales como la toma de la temperatura antes de entrar en las aulas, lavado de manos, uso de mascarillas, respetar las distancias, ets. Todo eso está muy bien sobre el papel. Lo difícil será ponerlo en práctica sobre todo con los más pequeños. También funcionará el transporte escolar y el comedor. Muchos padres siguen estando preocupados por la salud de sus hijos. Serán multados aquellos padres que envíen a sus hijos al colegio con síntomas.

    Han regresado las palomas, si no todas, en su mayoría. También se ven gorriones, que habían desaparecido, algunas grajillas, urracas, etc ¿Dónde han estado?. Al final del día, si se pasa por debajo de los árboles, se puede disfrutar del alegre gorjeo de multitud de pajarillos que se preparan para el descanso nocturno.

    Por la mañana nos obligamos a realizar un largo paseo pues después del confinamiento los músculos estaban sin fuerza, acusando el cansancio con un mínimo de esfuerzo. Ahora poco a poco se va recuperando el tono y es muy agradable salir a caminar temprano por los parques , seguir la ruta del Canal o cualquier otra zona verde en la que poder disfrutar de la Naturaleza. Son muchas las personas que cumplen con este rito. Unos son jóvenes deportistas que aprovechan para entrenar, solos o con el monitor. Pero también se pueden ver a personas de todas las edades que, con un calzado adecuado, se lanzan a recorrer unos cuantos kilómetros diarios. Nos encontramos al personal encargado de Parques y Jardines realizando sus tareas: riego, poda, trasplante. cortar césped...Los jardines están bien cuidados y es un goce para la vista contemplar el verdor de la yerba y. en su tiempo, las magnolias, las rosas y todas las demás flores que le dan vistosidad. También puede disfrutar el oído con el canto de tantas avecillas que pueblan los árboles y matorrales.

    Y así un día y otro día, igual el anterior que el siguiente. Hemos de mentalizarnos y asumir que hemos entrado en una nueva era, distinta de todo lo anterior y que hay que convivir con todo esto y adaptarnos lo mejor posible a las circunstancias que nos han tocado vivir.