VIAJAR
Hay muchas cosas que no nos hemos podido permitir, por unas u otras razones y que hemos deseado hacer.

Ahora es el momento. Hay muchos viajes organizados y asequibles, que no siempre tienen que ser a una playa a tomar el sol como los lagartos.

Me refiero a los viajes culturales, en los que, además de disfrutar, nos cultivamos. Siempre es bonito aprender, a cualquier edad.

Pero empecemos conociendo a fondo lo nuestro. No tiene objeto hacer un viaje a Birmania y desconocer lo que tenemos tan cerca.

En nuestra Comunidad de Castilla y León tenemos un patrimonio riquísimo. Nada menos que Salamanca, Segovia y Ävila son ciudades Patrimonio de la Humanidad.

Y sin estar declaradas Patrimonio, no podemos olvidarnos de Burgos, León, Soria, Zamora y Palencia.

En todas estas ciudades vamos a encontrar riquezas artísticas impresionantes. Y no podemos dejar de lado pueblos preciosos que nos asombrarán.

Eso, desde el criterio del arte, porque en cuanto al paisaje, es de lo más variado. Desde la montaña palentina a los campos de Soria que Machado supo ver y comprender como nadie, tenemos para satisfacer a la persona más exigente.

Viajar sí, pero conociendo primero nuestro terruño; así podremos después comparar.

Termalismo Social

Con la llegada de los primeros fríos, podemos pensar en la opción de los balnearios para pasar unos días cuidando nuestra salud.

"Vacaciones de salud". En verdad merecen este aplativo, ya que, además de pasar unos días agradables, siempre vamos a encontrar alivio a nuestras dolencias.

Las aguas termales ya se utilizaban en tiempos de los romanos y no pocos de los balnearios que existen actualmente se encuentran en los mismos lugares, conservando como reliquias elementos de aquella éoca (bañeras, griferías, conducciones).

Hay multitud de estos centros, repartidos por toda la geografía patria.

La composición de las aguas varía, siendo recomendadas para distintas enfermedades. Por eso es necesario asesorarse de cúales son las que más nos van a beneficiar.

Los balnearios están situados en enclaves magníficos, muchos de ellos en plena naturaleza. Las instalaciones termales, al igual que los hoteles, son de calidad. Disponen de personal cualificado para aconsejar y supervisar los tratamientos. De hecho, hay que pasar primero por la consulta del médico.

Los balnearios han pasado por épocas de esplendor y otras de total abandono.

A principios del siglo XX las clases más acomodadas pasaban largas temporadas y allí encontraban, además de las aguas medicinales, toda suerte de distraciones al uso como teatro, casino, etc que aún se consergvan en algunos.

Hoy, gracias al IMSERSO, se han democratizado y ya no es un privilegio de clase sino que están al alcance de muchos bolsillos. Y no sólo encontrmos personas mayores. Es fácil encontrar jóvenes estresados y, sobre todo, los fines de semana, familias incluso con niños.

Hay socioanimadores que se encargan de que todos lo pasen bien en los ratos de ocio, organizando excursiones y otras actividades lúdicas.

En fin, que podemos pasar unos días inolvidables, hacer nuevos amigos y, sobre tdo, volver más saludables.

Empieza el curso

Empieza un nuevo curso y no sólo para los niños. También para los mayores.

Es hora de que nos planteemos qué vamos a hacer en todos estos meses de frío.

La oferta es muy amplia y hay para todos los gustos, posibilidades y aptitudes.

Hay muchas cosas que, por falta de tiempo o recursos económicos no hemos podido hacer (había necesidades más perentorias).

Me refiero a la Universidad. Nunca es tarde para aprender y para cumplir ese sueño que ha tenido que quedar tantos años aparcado.

En casi todas las ciudades existe la Universidad de los Mayores, "de la Experiencia"la llaman.

También existe la Universidad Popular que admite alumnos de todas las edades. Los cursos son muy variados. Por muy exigentes que seamos, siempre encontraremos alguno que se acomode a nuestros gustos.

En las dos universidades vamos a encontrar cursos sobre historia, arte, ciencias de la salud, idiomas, informática y un largo etc.

Algunos han sido llamados por los caminos del arte; pues también existen clases de pintura, escultura, música (aprender a tocar algún instrumento), coros, grupos de teatro...

En poblaciones pequeñas, lógicamente la oferta no es tan amplia, pero siempre habrá grupos de gimnasia de mantenimiento, manualidades, se puede organizar un coro, un grupo de teatro, cursos de informática,etc

En fin, todo es ponerse manos a la obra y con los recursos disponibles y mucha ilusión empezar a organizarse.