miércoles, 25 de septiembre de 2019

Las Edades del Hombre, en Lerma

    Con ocasión de la celebración de la 24ª edición de Las Edades del Hombre,visitamos la Villa Ducal de Lerma.

    El origen de la villa se remonta a la época prerromana, asentamiento celtibérico. Tuvo gran importancia por estar situada en la Cañada Real que utilizaban los pastores de la Sierra de la Demanda en la trasumancia, conduciendo los rebaños, en los duros inviernos, hasta la Extremadura.
Todo en ella nos hace recordar al valido de Felipe III, Don Francisco de Sandoval y Rojas, primer Duque de Lerma. En esos 20 años que duró su gobierno dotó a su villa de origen de monumentos que le dan el prestigio para ser declarada, en 1965, conjunto histórico-artístico. Junto con Covarrubias y Santo Domingo de Silos forman el Triángulo del Arlanza.

    Es un conjunto arquitectónico de estilo herreriano, el que estaba imperante en la época. Para ello se llevó a los mejores arquitectos de la corte.
Se entra al Casco Antiguo por el Arco de la Cárcel,una de las tres puertas de la muralla medieval. El arco está flanqueado por dos torres cilíndricas, con aspilleras. El conjunto está edificado en piedra pero, en el centro, se levantó en el siglo XVII un añadido de ladrillo. Por la calle Mayor, a través de empinada calle, empedrada, se llega hasta la Plaza. Por el camino nos encontramos con la ermita de la Piedad y una serie de típicas calles medievales que van saliendo a ambos lados, con su característica arquitectura y empedrado de guijarros que nos llevan hasta la cima del altozano sobre el que se asienta la población.

    La Plaza Mayor nos sorprende por sus dimensiones -más grande que la de Salamanca. En ella tenía lugar el mercado, servía también como corral de comedias y coso taurino. Los toros eran rejoneados por nobles a caballo pero no los mataban si no que los conducían por un callejón hasta un lugar por el que se despeñaban. Era rectangular, rodeada de soportales. En ella vivían las familias más importantes, parientes del Duque.

    Presidiendo la Plaza nos encontramos el imponente Palacio Ducal que nos recuerda al Monasterio del Escorial, con cuatro torres en las esquinas, rematadas por chapiteles y, lo mismo que la cubierta de pizarra. En un lateral, en la planta noble, hay un balcón con tres arcos que correspondían a las estancias privadas del Duque y su esposa Doña Catalina de la Cerda, hija de los Duques de Benavente. Es obra del arquitecto Francisco de Mora.
El Palacio, a través de pasadizos, se comunicaba con los conventos fundados por la familia y, de esta forma, cuando acudían a los actos religiosos no pisaban las calles.
Durante la Guerra Civil se utilizó como cárcel. Hoy es un Parador de Turismo. En el interior presenta un gran patio cuadrangular y en la planta noble se cierra con una serie de balcones.
En el patio estaba expuesta una muestra de alfombras y tapices de la Real Fábrica de Tapices cuyo diseño corresponde a pintores modernos como Juan Gris, Alberto Corazón, etc así como una exposición de pintura de un artista local, sobre rincones de Lerma.

    En cuanto a la arquitectura religiosa, el Duque y sus familiares fundan cinco conventos y una colegiata.

    El convento de San Blas se construyó para albergar a una comunidad de monjas dominicas y está próximo al Palacio Ducal. Estaba unido a él por un pasadizo que hoy ha desaparecido. Tiene en su fachada los escudos ducales y rematada por frontón triangular.En una hornacina, la escultura del santo.

    El convento de Santa Teresa estuvo habitado por frailes carmelitas que con la Desamortización tuvieron que marcharse.Este convento tiene la particularidad de que fue fundado y dedicado a la Santa antes de su canonización. En la fachada campean los escudos de la casa ducal y en una hornacina la escultura de la santa titular. En el interior, retablo barroco. La arquitectura es similar a todas las iglesias carmelitanas.

    En la plaza de Santa Clara encontramos el sepulcro del Cura Merino, guerrillero de la guerra de la Independencia. Había nacido en el pueblecito de Villoviado, una pedanía de Lerma.
En la misma plaza, desde el Mirador de los Arcos, podemos contemplar una bella panorámica de la vega del Arlanza y su puente medieval. Por encima de los arcos discurre el pasadizo que viene desde el Palacio. En el paseo del Mirador se nos recuerda, con fragmentos de su poesía, el paso por la villa de José de Zorrilla cuando, desterrado, fue acogido, junto con su familia, por un tío. Se conserva la casa en que vivió y una estatua en bronce nos lo recuerda sentado en un banco, en una plazuela cercana.

    En esta misma plaza de Santa Clara se encuentra el monasterio de la Ascensión del Señor. Fue fundado por Doña Mariana de Padilla, nuera del Duque.En ella fue bautizada la infanta Margarita Francisca. Estuvo habitado por clarisas. Hoy lo utiliza la Comunidad Jesu Communio.
Su aspecto es muy sobrio, con unas pilastras y blasones en la portada. La espadaña es barroca, con dos campanas.

    Colegiata de San Pedro. El Duque consiguió que dependiera directamente de Roma. Para su consagración se hicieron grandes fiestas, acudiendo hasta el Rey.
Tiene tres naves con girola. El retablo barroco es de Juan de Ávila. En ella se encuentra el sepulcro del arzobispo  Don Cristobal de Rojas, tío del Duque, en estatua orante de bronce dorado. El diseño es obra de Juan de Arfe. Posee dos órganos de los más antiguos de la península.

    El convento de la Madre de Dios o convento del Carmen es de carmelitas descalzas. Se encuentra fuera de la antigua muralla medieval, frente a la Puerta de la Cárcel. Es un edificio muy sobrio. La iglesia de una sola nave, con lunetos y cúpula sobre el crucero. El retablo es neoclásico. En el centro figura una pintura con la Anunciación.

    San Francisco de los Reyes fue fundado por Doña Leonor, hermana del Duque, Está situado extramuros pero actualmente está abandonado.

    La Exposición de Las Edades del Hombre tiene tres sedes: la ermita de la Piedad, excolegiata de San Pedro y monasterio de la Ascensión.
Con el título "Ángeli", se exponen noventa obras que tienen como protagonistas a los ángeles: esculturas, pinturas, tapices... Quince de estas obras son de autores contemporáneos. Las antiguas tienen distinta procedencia, prácticamente todas pertenecen al acervo cultural de la Comunidad de Castilla y León: catedral de Zamora, Toro, Salamanca, Palencia, Burgos y de conventos e iglesias de distintas poblaciones.

    En la ermita de la Piedad se nos presenta un vídeo como introducción al tema de los ángeles.

    En la colegiata de San Pedro se exponen cuatro de los cinco capítulos de los que consta la muestra.
El primer capítulo lleva por título ¡Ángeles del Señor, bendecid al Señor!.Se centra en el Antiguo Testamento. Hay un tapiz de extraordinaria calidad y una pintura sobre el anuncio de la Inmaculada Concepción. Son las obras más relevantes.

    El segundo capítulo tiene como título "Los ángeles le servían" y presenta ángeles vinculados a la vida de Cristo, según el Evangelio. Podemos ver obras de influencia flamenca, de Fernando Gallego, procedentes de Toro: Anunciación y Nacimiento. Hay también una pila bautismal, procedente de Palencia.

    El título del tercer capítulo es "Santo, santo, santo es el Señor"y nos presenta los ángeles en la vida de la Iglesia y de la Humanidad. Es admirable el Ángel de la Guarda, procedente del convento de San Blas de las dominicas de Lerma.

    El cuarto capítulo lleva por título "Ángeles y demonios". Los ángeles están entre el cielo y la tierra luchando con los demonios. Buenas tallas y pinturas de San Miguel, con distintas vestiduras pero siempre en la actitud de vencer a Lucifer.

    En el convento de la Ascensión del Señor se expone el quinto y último capítulo que lleva por título "La nueva Jerusalén", la Jerusalén celeste y con él el mensaje de despedida.

    Como la entrada daba derecho a visitar la colegiata de Covarrubias y el monasterio de Silos, pasamos la tarde visitando estas localidades tan próximas a Lerma.

    Covarrubias se puede considerar como la cuna de Castilla. Es un pueblo muy bonito, con su típica arquitectura castellana. Es muy agradable pasear por sus calles y contemplar sus monumentos históricos como la casa del Obispo Peña, el Adelantamiento de Castilla, la Torre de Doña Urraca, Palacio de Fernán González, pero sobre todo,su colegiata gótica con su museo.

    Al final del día aún pudimos ver el magnífico claustro románico de Silos, la botica y el museo en visita guiada. Es una visita obligada de la que siempre guardaremos feliz recuerdo.

    Y llegó la hora del regreso. Cansados pero satisfechos por todo lo que habíamos disfrutado emprendimos la vuelta a casa. Aunque el tiempo estaba fresquito no tuvimos que usar los paraguas, a pesar de los anuncios de los meteorólogos.

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