La Cartuja de Aula Dei está situada a unos 13 Kms. de Zaragoza, en la vega del río Gállego.
Fue fundada en 1564 por Dn. Hernando de Aragón, Arzobispo de Zaragoza y nieto de Fernando el Católico. Comprende la iglesia y una serie de edificaciones que son las viviendas de los monjes, de rigurosa clausura. Todo ello rodeado de una muralla que la aisla del mundo exterior. Para poder ser visitada, se ha construído un pasadizo, a través de la bodega, que lleva directamente a una galería acristalada, desde la que se pasa a la iglesia, única pieza que se puede visitar.
La Cartuja ha pasado por períodos de esplendor y otros de total abandono. Primero durante Los Sitios y después con la Desamortización de Mendizábal en 1837, pasó a manos privadas, dedicándose a otros usos que ocasionaron un gran deterioro.
En 1901, la Orden la recompró y se instalaron cartujos franceses, que la restauraron.
Su valor artístico reside en la iglesia ala que se accede a través de una portada barroca, en yesería, con la Asunción de la Virgen. Es de estilo gótico tardío, una sola nave, con bóveda de crucería y claves colgantes, en madera dorada, con el escudo del fundador, al estilo de otros edificios de Aragón. El altar mayor es de madera dorada, con la Asunción y Coronación de la Virgen en el centro.
Pero lo más importante de esta iglesia es su decoración. Lleva en sus paredes un zócalo de azulejos de cerámica de la zona y por encima, y debajo de los ventanales, un friso con once pinturas al óleo, sobre una fina capa de yeso, en la misma pared, trabajo que realizó un joven Goya, que acababa de llegar de su viaje a Italia.
Con el paso del tiempo, la humedad y el abandono, se han perdido todas las de la pared de la izquierda y trozos de otras. han sido sustituídas por lienzos al óleo de los franceses, hermanos Buffet. El estilo y la forma de pintar son completamente distintos, aunque se han respetado los temas. Estos se refieren a la vida de la Virgen en relación con la infancia de Jesús.
Goya adaptó las pinturas al espacio disponible y teniendo en cuenta la luz. Los personajes suelen estar dispuestos en escalones, para darnos una perspectiva vertical, están pintados para ser vistos de abajo arriba. Empezando por la puerta siguen un orden cronológico y se van alternando a un lado y otro.
Encima de la puerta de entrada, adaptándose a la forma de la misma está el Pórtico de San Joaquín y Sta Ana. Al lado derecho un ángel anuncia a San Joaquín el nacimiento de la Virgen. En el centro dos ángeles adoran el Arca de la Alianza, símbolo del Templo de Dios. La parte correspondiente a Sta Ana, perdida, se ha sustituído por una pintura de los Buffet.
Siguiendo a la derecha encontramos el Nacimiento de la Virgen. Está dividido en tres partes. En el centro San Joaquín con unas matronas que fajan a la niña; a la izquierda una escena en el exterior; a la derecha se completa con Sta Ana en el lecho, de Buffet. Goya nos presenta una arquitectura que más parece el Portal de Belén.
En el lado izquierdo vemos la Presentación de María en el Templo, obra totalmente sustituída.
Avanzamos, por el lado derecho y nos encontramos Los Desposorios. En el centro, María con un joven San José, el Sacerdote y unas damas. A la izquierda, dos niños se pelean por el velo de la novia. La parte de la derecha está completada por los franceses.
Siguiendo a la izquierda, está La Anunciación, también de los hermanos Bufet.
Avanzamos por la derecha y está la Visitación. En el centro María e Isabel y a los lados Zacarías y José con el burro cargado. Goya, como en otras escenas, añade otros personajes para hacerla más real.
A la izquierda, el Nacimiento de Jesús, obra de Buffet.
En el tramo del crucero de la derecha, Goya aprovecha la dificultad de la pared y la convierte en un tríptico. En el centro el Sacerdote con la cuchilla en alto, el Niño y los padres observando. A la derecha una matrona romana y a la izquierda unos ángeles con el anagrama de Jesús.
Enfrente, en el otro brazo del crucero, La Epifanía. Salva el espacio con otro tríptico. A la derecha la Sagrada Familia y Melchor adorando al Niño, gesto que copia del retablo mayor de la Seo; en el centro destaca la figura de Gaspar con los pajes. La parte izquierda está completada por los hermanos Buffet.
La última pintura de la derecha, junto al altar, es la Presentación del Niño en el Templo. La Virgen arrodillada ofrece el Niño a Simeón; detrás, José y la profetisa Ana constituyen el grupo principal.
En la pared de enfrente está La huída a Egipto de los Buffet.
Goya ha pintado personajes reales, de carne y hueso, con vida, espontáneos, que palpitan. Siendo tan joven el pintor se nota ya en estas obras la fuerza y el colorido de su pintura. Se percibe la influencia de los pintores italianos como Tiépolo o Piazzeta, pero siempre con el toque personal de realismo y espontaneidad que le caracterizará en sus obras futuras.
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