lunes, 26 de abril de 2010

Miguel Hernández

Con motivo del Centenario del nacimiento de Miguel Hernández se están celebrando, por toda la geografía patria, multitud de actos en honor del poeta de Orihuela.

En Zaragoza, coincidiendo con la fiesta del libro de este año, el Patronato Municipal de Educación y Bibliotecas y la Asociavión Aragonesa de Escritores, ha organizado, el día 22, unas sesiones de lectura pública de poemas de Miguel Hernández, por la mañana, en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento, y, por la tarde, en el Paraninfo de la Universidad.

En el acto de la mañana, con numeroso público, comenzó la lectura el Exmo. Sr. Alcalde y siguiendo las autoridades y miembros de la Asociación de Escritores, para dar paso a los concurrentes que quisieron sumarse al evento.

Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela el 30 de Octubre de 1910 y muere en la cárcel de Alicante, a la edad de 31 años, el 8 de Marzo de 1942.

Nace en una familia humilde de cabreros. Estudia en las Escuelas del Amor de Dios y después, el bachillerato, en el colegio de los P.P. jesuítas de su ciudad, hasta 1925. Ya desde pequeño destacaba y los frailes le propusieron una beca para seguir estudiando, pero su padre la rechazó y lo envió al monte a cuidar las cabras, como sus hermanos. Desde este momento su formación es autodidacta, bebiendo en las fuentes de los libros de la biblioteca pública y los que le prestaban sus amigos y los frailes. En el zurrón, junto con la comida iban sus amigos los libros. Esto le costó sus buenas broncas del padre, que llegó a quemárselos.
En Orihuela tiene amigos influyentes que le aconsejan se traslade a Madrid. Allí conoció a los grandes escritores del momento, que siempre lo ayudaron: Pablo Neruda, Vicente Alexandre, J. Mª de Cossío...

Vive un apasionado romance con la pintora Maruja Mallo, que le inspira algunos poemas de El Rayo que no cesa. En 1935 muere su gran amigo Ramón Sijé, a quien dedica su emocionada Elegía.

Al estallar la Guerra Civil, se alista en el bando republicano y lucha en diversos frentes. Se casa con Josefina Manresa, la novia de siempre. En 1937 nace su primer hijo que muere a los pocos meses; a él va dirigida Hijo de la luz. Después nace su segundo hijo, para quien escribe Las nanas de la cebolla.

Comprometido con la causa republicana, escribe su poesía social, en la que denuncia las injusticias que sufre el pueblo: Andaluces de Jaén, El niño yuntero, Las abarcas desiertas y tantos otros poemas inolvidables.

Al terminar la guerra vuelve a Orihuela, creyendo que entre los suyos estaría a salvo, pero tiene que huir hacia Portugal. Es detenido, juzgado y condenado a muerte, pero gracias a los buenos oficios de Luis Almarcha, antiguo profesor y después Obispo de León, consigue que se le conmute la pena. Pasa por diversas cárceles, compartiendo celda con A. Buero Vallejo. Debido a la insalubridad de la cárcel enferma de tuberculosis, muriendo antes de conseguir la libertad.

Aunque algunos lo encuadran en la Generación del 35, tiene más afinidad con la del 36.

Para los que hemos nacido después de la Guerra, ha sido un desconocido hasta los años 60, en que aparecieron, de forma clandestina, algunos libros editados en Méjico o en Argentina, y así descubrimos al "poeta de la luz".

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