martes, 3 de junio de 2014

La esfinge maragata

      Es una novela de Concha Espina, publicada en 1914.
       María de la Concepción Jesusa Basilisa nace en Santander en 1869 y muere en Madrid en 1955. Es hija de Víctor Rodriguéz Espina y Olivares y de Ascensión García Tagle. Su infancia se desarrolla en un ambiente refinado y elegante ya que su padre tiene un negocio próspero. Después, con otro socio, compra una sociedad minera pero la fortuna le es adversa llevándole a la ruina, llegando a pasar la familia apuros económicos.
Concha empieza a escribir desde pequeña, publicando en periódicos de la región. En Mazcuerras, donde la familia tenía una casa, conoce a Víctor de la Serna y Cueto, poseedor de las virtudes y defectos de los últimos hidalgos. En 1893 contraen matrimonio pero las relaciones entre los esposos no son satisfactorias, no obstante tienen cinco hijos. Después de una estancia en Chile, donde el marido liquida la hacienda de la familia, el matrimonio regresa a España, pero ya, de hecho, el vínculo está roto. Concha le busca a Víctor una colocación en Méjico y ella se traslada a Madrid con los hijos.
Trabaja con ahinco, publicando artículos periodísticos, ensayos, novelas, poesía y, hasta teatro. Toma parte activa en la vida cultural del país, recibiendo el reconocimiento a través de premios y galardones. No puede conseguir entrar en la Real Academia de la Lengua, parcela  exclusiva entonces de los varones. Tampoco consiguió el anhelado premio Nobel.
En los últimos años fue perdiendo la vista, hasta quedar completamente ciega. Pero, esta dificultad no supuso dejar de trabajar. Siguió en la brecha hasta el final con dos secretarias y, a veces, escribiendo con unas plantillas especialmente diseñadas para ella.

      En su larga vida de trabajo su producción es muy extensa, en todos los campos. Su primera novela es La niña de Luzmela, publicada en 1909. En 1918 se aventura en el mundo del teatro con la obra El jayón, adaptación de uno de sus cuentos. Es un fracaso total y sólo aguanta cuatro representaciones. Sus mejores obras son las novela El metal de los muertos y La esfinge maragata.
 
      Durante una breve estancia en casa de su hrmana en Astorga realiza un recorrido por los "pueblos olvidados" de la Maragatería que le facilita material para escribir la obra. Novela provinciana, localista y costumbrista en la que denuncia la situación social y familiar de las mujeres, la esclavitud sentimental y económica. Son como esfinges de piedra en  el árido páramo leonés, condenadas a los trabajos más duros, solas con los viejos y la responsabilidad de sacar adelante a sus hijos porque los maridos, ausentes, sólo vuelven al pueblo para las fiestas de agosto y regresan a sus casas a ser servidos como señores feudales. La maragata es ante todo madre. Es ruda y dura con la corteza que se va formando a lo largo de los años, soportando el trabajo y la miseria pero, si se rasca la costra aparece la ternura propia de la mujer.
La acción se desarrolla en Valdecruces (Castrillo de Polvazares). La familia Salvadores, antes una de las más pudientes del pueblo, ha caído en la más absoluta pobreza. La esperanza de salvación reside en el casamiento de Mariflor con su primo Antonio que ha prometido liquidar todas las deudas si se realiza la boda. Florinda (Mariflor) está enamorada de un joven poeta que conoció en el tren cuando se dirigía con la abuela al pueblo después de que muriese su madre y el padre embarcara con rumbo a América. Los padres acordaron el matrimonio cuando los novios eran niños pero a la niña la dejaron en libertad de elegir. Rogelio Terán, el poeta, después de sus bellas promesas es inconstante y cobarde, abandonando a la joven, la cual, por despecho, accede a sacrificarse por la familia y acepta al prometido, a pesar de odiarlo, en un ambiente de tragedia, sin lloros y sin palabras.

      Los personajes de la novela son:
-Florinda (Mariflor), hija de Martín Salvadores, que se ha criado en la costa en un ambiente regalado.
-La tía Dolores, la abuela, veja curtida en las desgracias.
-Rogelio Terán, el joven hidalgo, poeta, enamorado inconstante "mariposa en todos los vergeles".
-Ramona, esposa de Isidoro, emigrado a América, enfermo. Son los padres de: Olalla, Marinela, Pedro, Carmen y Tomasín.
-El tío Cristóbal, el viejo usurero y tacaño.
-Don Miguel, cura párroco de Valdecruces, personaje importante que influirá en el discurrir se los acontecimientos.
-Asunción, sobrina del cura y maestra del pueblo. Es altiva y envidiosa.
-Rosicler, pastor de las ovejas del tío Cristóbal. Termina emigrando a América.
-Felipa y Rosenda, hermanas, ambas obreras del campo "siervas de la gleba".
-Tirso Paz, hijo del tío Cristóbal. Su hija Facunda que vive con el abuelo.
-La tía Gertrudis, vieja a la que tildan de bruja, creyendo que las desgracias de los Salvadores son debidas al mal de ojo.
-La Chosca, vieja criada que cuida de los animales de la abuela y que al pasar éstos a otras manos ya no es necesaria.

      La novela consta de 23 capítulos.
Del I al III se narra el encuentro en el tren de los tres personajes: la abuela que supone el pasado, la nieta, el presente y el "forastero", un futuro distinto.
Del IV al VIII hace una descripción de la tierra y sus gentes, sus paisajes, la llegada de la primavera. La tiranía de la tierra, mujere que parecen viejas, tristes y presurosas. Aparece Don Miguel, con sus dudas y reflexiones.
Del IX al XIV aparece en el pueblo el "forastero", el poeta, amigo del cura, que recala en el lugar con un halo de romanticismo sentimental a cuyos ojos se presentará " la esfinge maragata", arquetipo de la mujer madre, la estampa de ese pueblo petrificado en la llanura como un islote en los mares de la historia. Se incluye la llegada de los comediantes al pueblo, míseros representantes del mundo de la farándula. Tiene lugar también la muerte del tío Cristóbal, el viejo usurero que, poco a poco, se va quedando con la hacienda de la familia Salvadores.
Del XV al XVI comienza la tragedia para la protagonista con la llegada desde Valladolid del primo Antonio, el maragato rico que desprecia a su prima porque ya no tiene dote. La libertad de la paloma hace que al forastero se le enfríe el deseo y desaparezca de la escena.
Del XVIII al XXIII la escritora introduce un fuerte componente costumbrista, dejando en segundo plano el hilo de la novela. Narra el viaje a Astorga, la llegada de los hombres para las fiestas, la era, la boda de la sobrina del cura y el filandón. Se llega al final deseado, y temido a la vez, de forma rápida, al entregar el párroco a Mariflor una carta, recibida hacía dos meses, en la que se ahogan todas las esperanzas de la joven.

      El tema principal que  trata es la libertad de la mujer para decidir por sí misma para llegar a la conclusión de que, a veces, no es posible la elección El destino juega un papel importante en la vida de los seres humanos, sobre todo de las mujeres que durante siglos han estado supeditadas a la sumisión de los hombres. La esclavitud de la mujer, sobre todo en el pueblo, el conformismo, el servilismo...
Son temas también la emigración, la educación de los niños, la injusticia social, el determinismo, la renuncia a las ilusiones.
La narración es lineal, siguiendo la línea del tiempo y las estaciones. El narrador es omnisciente pero subjetivo, implicando al lector. El nudo se aprieta en torno a la libertad de la mujer para disponer de sí misma. La protagonista tiene que escoger entre aceptar las normas del grupo social al que pertenece o defender sus sentimientos fuera de él. Según pasa el tiempo el nudo se hace más firme. El narrador (la autora) influye convirtiendo al lector en su cómplice. El tiempo es importante en la novela. Va desde los inicios de la primavera hasta el invierno.El final se cierra en dos páginas. En cuanto a los espacios aparece primero el tren, después serán espacios rurales donde se desarrolla la acción. Hay espacios abiertos: el campo, las eras, los sembrados, el pueblo, las casas, corrales, huertos, caminos, llanuras...Entre los espacios interiores es de destacar la cocina, el centro de la vida en la casa; también el "estradín", los cuartos de dormir, el palomar y la cuadra, donde tiene lugar el filandón.
El ritmo de la narración es lento, sólo al final se precipita la acción, desarrollándose el desenlace en tan sólo dos páginas. Abundan las descripciones del paisaje y de los personajes, tanto física como psicológicamente, aunque no tienen mucha fuerza en algunos de ellos.
En cuanto al lenguaje, es prosa poética, plagada de adjetivos, metáforas, símiles, personificaciones, etc.El léxico es muy rico. En los aldeanos emplea el habla vulgar y los localismos. Si no hay aclaraciones, a veces se hace difícil la comprensión. Es una novela realista en la que se destacan los usos y costumbres,y supersticiones de los pueblos olvidados de la Maragatería.

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