miércoles, 14 de mayo de 2014

Pasión por Aragón

    Con este título la obra social y cultural,  Iber Caja ha organizado una magnífica exposición en la que se nos muestran más de dos siglos de historia aragonesa, concretamente, desde 1776 hasta nuestros días.
    Es la historia de la Real Sociedad Económica aragonesa de Amigos del País, desde su fundación. Tomando como ejemplo otras sociedades análogas, que surgieron en otras regiones de España, aquí en Aragón, un grupo de intelectuales "ilustrados", comerciantes, algunos nobles y miembros del clero fundaron la Económica con el deseo de mejorar las condiciones de vida de los aragoneses.
    No eran buenos tiempos. La mayor parte de la población vivía en el campo y la posesión de la tierra estaba en manos de unos pocos: la Iglesia y la nobleza. Los campesinos estaban mal pagados y la pobreza general era un hecho. El escudo de la Sociedad, coronado por la corona real tiene en su centro el árbol de Sobrarbe que representa a Aragón y la leyenda FLORECE FOMENTANDO. Y ésta va a ser su divisa, la preocupación principal de sus fundadores, fomentar el conocimiento y el desarrollo económico de las fuentes de riqueza de Aragón, a través de la educación y la difusión de métodos de producción.
    Se consiguieron muchos logros que contribuyeron al mayor bienestar de la población. Se crean Escuelas de Agricultura en las que se formaba a los hijos de los agricultores y se intentaba mejorar los cultivos e introducir otros, como la patata, para mejorar la alimentación. En los pueblos eran los párrocos los encargados de difundir estos conocimientos mediante unos folletos que se editaban.
    De igual manera se introdujeron mejoras en los procedimientos industriales, como nuevos métodos en el hilado, la obtención del aceite, del vino, extracción de minerales, mejora de las vías de comunicación, etc.
    Se crean nuevas cátedras, la de Economía Civil y Comercio ( la primera de España fue la de Zaragoza), Matemáticas, Filosofía Moral, Derecho Público, Química y Botánica... Se crea también la Escuela de Dibujo que después se convertiría en la Escuela de Bellas Artes de San Luis. El Arzobispado creó el Montepío de Labradores. Esta Sociedad es la impulsora de la constucción del Canal Imperial, el ferrocarril de Canfanc, el primer Jardín Botánico y la fundación de lo que hoy conocemos como Iber Caja.
    No todo fueron éxitos pues se encontraron, a veces, con la oposición de distintos estamentos sociales e instituciones públicas. Algunos proyectos interesantes no pudieron llevarse a cabo.
    Nace bajo la proteción de Carlos III, que la apoyó siempre, concediendo privilegios a miembros asociados. Se sostenía económicamente gracias a unas pequeñas cuotas de los socios - que no siempre pagaban-, a donaciones de miembros relevantes y ayuda estatal. Su sede estaba en la antigua Plaza del Reino donde se reunían y se tomaban las decisiones.
    Durante la guerra de la Independencia, como toda la ciudad, se vino abajo pero después, poco a poco, se fue recuperando y dando nuevos frutos hasta el día de hoy. En 2013 el Gobierno de Aragón concedió a la Económica la Medalla de Oro de la Cortes Aragonesas , en reconocimiento de su labor de más de dos siglos.
    En la exposición se muestran cuadros, muebles,grabados, documentos, folletos, medallas, monedas, instrumentos científicos, esculturas... Está dividida en once compartimentos a través de los cuales el expectador es conducido por toda la historia de la Económica, con la cronología de las distintas actuaciones.
    Todo es interesante. Allí están expuestos los retratos de los Ilustres Ilustrados que hicieron posible su obra. Podemos ver a Ramón de Pignatelli, el alma mater del Canal; el Conde de Aranda que tanto la impulsó desde Madrid; Lorenzo Normante, el primer catedrático de Economía; Echeandía, el boticario a quien se debe el Jardín Botánico, de plantas medicinales; Loscos, boticario también, aficionado a las plantas que aumentó la colección del herbario; Goicoechea, comerciante que financió muchas de las obras, entre ellas la Escuela de Dibujo que situó en los bajos del Palacio de Zaporta; Pérez de Larrea, clérigo que la dirigió durante veinte años y que promovió la creación de cátedras de Economía, Química y Botánica; Goya, que se benefició de las clases de dibujo y que después fue socio. No podemos olvidar a Josefa Amar y Borbón, la primera socia, que luchó por la igualdad de la mujer en todos los campos, especialmente en el acceso de ésta a la educación, lo mismo que los varones.
    En la exposición se recrean espacios como la Sala de Juntas donde tenían lugar las reuniones de los socios que acudían a trabajar, que no eran muchos, todo hay que decirlo. En otro espacio podemos ver un conjunto de instrumentos científicos de la época. Otro apartado interesante lo constituye el herbario, con folios con plantas disecadas, de Aragón. Otro está dedicado al Jardín Botánico y sus sucesivos emplazamientos hasta el actual en el Parque Labordeta. Hay también documentación de las distintas exposiciones que ha promovido en 1868, 1885 y la Hispanofrancesa de 1908. Es obra asimismo de la Sociedad Económica la Feria de Muestras que se creó para dar a conocer los productos de Aragón al resto de España.
    Con motivo del Primer Centenario de Los Sitios se construyeron monumentos conmemorativos y, en la iglesia del Portillo, el que guarda los restos de algunas de las heroínas. Se hizo el traslado, desde Cabañas, de las cenizas de Casta Álvarez, de la que se exhibe un curioso corpiño, una de las piezas más singulares de la exposición.
    En la planta calle, en la antesala, podemos contemplar una serie de estampas de Specci y Piranesi. En el interior del Patio de la Infanta, se recrea la Escuela de Dibujo y hay colgados una serie de dibujos "academias", de corte clásico, entre ellos, algunos de Goya, de Ramón Bayeu y de otros pintores que tuvieron aquí sus comienzos artísticos.
    Toda la exposición es muy interesante pero podemos destacar algunas obras, entre ellas una pintura al fuego sobre tabla, del cartujo Manuel Bayeu, obra de encargo, en la que se destacan las artes, la sabiduria, el bienestar y la fama. Podemos admirar también una bella talla en alabastro de la Virgen del Pilar, de Manuel Ipas. Hay mucha obra de Francisco Bayeu, destacando La caída de los gigantes, acompañada de dibujos preparatorios. Otra pieza importante es el retrato de Goicoechea, de Merklein, encargado por la Económica para inmortalizar a su benefactor. Otra joyita es un pequeño autorretrato de Rubens. Hay también una marina de Salvador Maella. Un San Juan Bautista,  de Barbieri, deliciosa pintura del barroco italiano. Entre las obras que se exhiben de Goya hay un desnudo, que parece ser autorretrato, es un dibujo de "academias". Se exhibe también un valioso mueble para guardar monedas y medallas, con un sin fin de cajoncitos. Es de madera policromada y en el fondo y las puertas con pinturas al óleo de Maella. Se expone también una caja de caudales, usada antaño por la Institución.
    Esta interesante muestra se complementa con un ciclo de conferencias que imparten los profesores más versados en la materia.
    Es de resaltar la obra llevada a cabo por la Real Sociedad Económica aragonesa de Amigos del País, cuyo patriotismo les llevó a intentar el desarrollo de Aragón, promoviendo una serie de actuaciones que contribuyeron al mayor bienestar de la gente de esta tierra. No todos fueron aragoneses de nacimiento pero todos estuvieron vinculados a Aragón por amor  a la tierra y a sus gentes.

   

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