miércoles, 1 de octubre de 2014

"Una sola familia humana, alimentos para todos"

    Con este lema Cáritas Internacional, junto con Manos Unidas -ambas obras de la Iglesia Católica-, han lanzado una campaña, a nivel mundial, con el fin de erradicar el hambre y la pobreza en el mundo  para el año 2.025.

    Nos preguntamos ¿esto es posible? Así, de entrada, nos parece una utopía y más considerando la crisis económica que sacude al llamado Primer Mundo. Para el Tercer Mundo la crisis es crónica desde hace muchos años. Sólo tenemos que ver las imágenes que con frecuencia la televisión nos muestra de países como Somalia y otros en África subsahariana y, aunque no con esa extrema gravedad, en suburbios de las grandes ciudades de naciones de centro y sudamérica.

    Cada día están muriendo en el mundo muchos seres humanos por hambre u otras causas derivadas de la pobreza como son la falta de vacunas y medicinas adecuadas para tratar sus enfermedades.    
El planeta Tierra en el que vivimos actualmente 7.200 millones de personas tiene recursos para alimentar a unos 12.000 millones. Entonces ¿por qué 840 millones de personas se acuestan cada día con hambre y hay tantos niños que padecen malnutrición?. Este es el escándalo que el Papa Francisco denunció en diciembre de 2.013 al promover la campaña "Una sola familia humana, alimentos para todos".

    La alimentación es un derecho humano que los gobiernos tienen la obligación de asegurar para que todas las personas puedan vivir con dignidad. Esto no es caridad sino justicia. Pero para que esto sea posible es necesario que todos tengan acceso económico a los mercados, mediante una justa retribución del trabajo y unos precios justos de los alimentos. También es necesario educar a la población con temas de nutrición y dietas saludables y equilibradas para evitar, por una parte, la malnutrición y, por otra, la obesidad.

    La naturaleza humana es una aunque exista diversidad en el color de la piel y otras diferencias. Si la naturaleza humana es la misma todos somos hermanos, formamos una gran familia, y es obligado compartir. El Papa apela a la solidaridad de todos, más aún de los cristianos que, siguiendo los pasos de Jesús, debemos compartir el pan. Un sólo plato para toda la familia humana donde todos tengan cabida. Hay un vídeo "las cucharas", destinado a la sensibilización de la sociedad, muy aleccionador, en medio de su sencillez. En él se presenta un plato de comida en el centro de un grupo de personas hambrientas y cada una de ellas dispone de una cuchara pero el lugar donde se encuentra el plato resulta inaccesible porque las cucharas son cortas. Al principio se pelean y ninguno consigue comer. Sólo hay una cuchara más larga y, al final, trabajando todos juntos y unidos consiguen comer.. Es muy simple pero muy gráfico. La unión solidaria hace que todos participen del festín.

    Vayamos a las causas que motivan que habiendo alimentos suficientes haya tantos seres humanos que diariamente estén muriendo de hambre.

    Hay unas causas naturales: sequías persistentes, inundaciones, terremotos, volcanes en erupción, desertización, etc. Algunas tienen sus raíces en la acción incontrolada del hombre que no respeta el medio ambiente. La deforestación trae como consecuencia que la tierra vegetal , que ha quedado desprotegida, sea arrastrada por las lluvias quedando muchas zonas improductivas. El calentamiento global parece ser que influye en el cambio climático, siendo más frecuentes estas catástrofes meteorológicas que, además, parece que siempre se ceban en los más débiles que pierden lo poco que tienen.

    Por otra parte la posesión de la tierra está en manos de unos pocos. Hay enormes latifundios mientras que otros muchos poseen un pequeño pedazo de tierra insuficiente para alimentar a una familia. Otros no tienen nada y viven de jornales injustos, explotados por los terratenientes.

    Se están dedicando muchas hectáreas a cultivos que no son para producir alimentos sino para obtener biomasa  y generar energía que los pobres no consumen.

    Y no nos olvidemos del consumismo en los países desarrollados y la cantidad de alimentos que sin más ni más se tiran a la basura. El lema de Cáritas "Vivamos sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir", nos invita a concienciarnos y ser más responsables en el consumo.

    Trabajando todos juntos y unidos, gobiernos y ciudadanos, podemos acabar con el hambre antes del 2.025. Es un reto pero es posible. Parece que el comportamiento de una persona no arregla nada en un problema de tal magnitud pero todos colaborando y trabajando en el mismo sentido, consiguen lo que individualmente parecía imposible. Dice un refrán castellano "Un grano no hace granero pero ayuda al compañero". Seamos optimistas y pongámonos manos a la obra que, querer es poder.

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