viernes, 20 de marzo de 2015

La Academia General Militar de Zaragoza

    Como una actividad complementaria a la asignatura "El papel de los ejércitos" que nos está impartiendo el coronel Mandía en la Universidad de la Experiencia, nos organizó una visita a la Academia General Militar que resultó muy pedagógica para todos. Conocimos la historia del Centro y la labor que allí se realiza, comprendiendo el papel que hoy realizan los ejércitos de los países democráticos en sus misiones de paz, ayudando a la población civil que sufre las consecuencias de las guerras, o sea, su labor humanitaria.

    Al llegar el grupo, nos recibió el Director del Museo quien, primeramente, nos dio a conocer la historia de las academias militares y, especialmente, de la de Zaragoza.

    La Academia General Militar de Zaragoza es el centro donde se forman los oficiales del Ejército de Tierra Español y los mandos de la Guardia Civil.
Desde la Edad Moderna se tuvo conciencia de la necesidad de la formación de los militares que tenían que mandar la tropa. La primera Academia se creó en Milán, cuando esta ciudad pertenecía a España. Después, durante la guerra de la Independencia se hizo imprescindible dar una formación a los mandos del ejército español, creándose un centro en La Isla de San Fernando (Cádiz) y otro en Mallorca, únicas ciudades no ocupadas por los franceses. Ya, en épocas más modernas, se creó una Academia en Toledo, dentro de una universidad de la Iglesia con profesores y alumnos del centro por lo que recibió el nombre de Academia Universitaria de Toledo. En 1882, durante el reinado de Alfonso XII, se creó un centro que se ubicó en el Alcázar de Toledo y que duró hasta 1893, disolviéndose  en ese año y pasando cada Arma y cada Cuerpo a disponer de centros separados. En 1927, durante el reinado de Alfonso XIII y la Dictadura de Primo de Rivera, se crea el Centro a las afueras de Zaragoza, empezando a funcionar al año siguiente nombrándose a Franco como primer Director de esta nueva Academia General Militar. Al llegar la República , en 1931 el Gobierno cierra el Centro. Al acabar la Guerra Civil volvió a abrirse la Academia y así ha permanecido hasta nuestros días, no sin haberse sometido a los cambios que el tiempo nos trae. En la actualidad además de los caballeros cadetes se preparan las damas cadetes, después de haberse incorporado la mujer en el ejército. Otra novedad es que además de las enseñanzas propiamente militares los alumnos cursan estudios universitarios impartidos por un excelente profesorado de la Universidad.
Como alumnos ilustres destacan los reyes Don Juan Carlos I y su hijo Felipe VI.

    El conjunto de edificios constituye una pequeña ciudad con todos los servicios. El edificio histórico es una construcción de estilo historicista neomudéjar aragonés, en ladrillo. Aquí se encuentran los elementos nobles de las instalaciones como la capilla con un mural en el presbiterio en el que están representados los santos patrones de las distintas Armas y soldados con uniformes de distintas épocas.Hay también un extraordinario Salón de Actos, confortables salas de estar y un gran salón en el que está expuesta la maqueta de todos los edificios y que nuestro profesor nos fue señalando e indicando sus funciones.
Al primitivo edificio se le han ido añadiendo otros, según han surgido las necesidades, realizándose ampliaciones para aulas, dormitorios, cocina, polideportivo, campos de deportes, piscinas. Es de destacar el moderno polideportivo "vivo".

    El Museo fue abierto en 1947 y se dedicó exclusivamente a Los Sitios de Zaragoza. En un principio tuvo mucho éxito pero después fue decayendo y, en la actualidad ocupa una pequeña sala en la que podemos ver documentos,retratos y otros recuerdos de aquellos acontecimientos. En el resto de las salas están expuestos uniformes de cadetes españoles y extranjeros, de distintas épocas, regalos de las distintas Academias. Podemos también contemplar recuerdos de todo tipo así como también miniaturas de soldados, aviones, carros de combate, placas conmemorativas, retratos de personalidades que han estado ligadas al Centro, fotografías,etc. Es de señalar la colección de armas ligeras y pesadas, muchas de ellas utilizadas en la Guerra Civil. Vimos cosas curiosa como el uniforme de cantinera y fotografías de la famosa Asunción (la del vino).

    En el Centro de Adiestramiento de San Gregorio, fuimos recibidos por el Director y en el Salón de Actos, mediante un vídeo se nos informó de las funciones de este organismo. El CEDAD San Gregorio está concebido para adiestrar a las Fuerzas Armadas en el manejo, sobre todo, de las Unidades Acorazadas y Mecanizadas. Para ello dispone de los medios necesarios para la instrucción y adiestramiento con simulación tanto real como virtual. Sirve de apoyo a los centros de enseñanza, realiza cursos de conductores e instructores de los vehículos acorazados y entre otras actividades colabora con el Cuerpo de Bomberos de Zaragoza en la extinción de incendios.

    El campo de San Gregorio ocupa una gran extensión de terrenos esteparios, mayormente, con vaguadas y pequeños altozanos. Tiene un perímetro de más de 100 kms, totalmente vallado para evitar que entre personal ajeno al Centro y puedan producirse accidentes. La seguridad es muy importante.
Fuimos pasando por las distintas plantas en las que los mandos realizan entrenamientos virtuales de maniobras militares. Después pasamos a unas naves en las que están situadas las torres de los carros acorazados (sin la barqueta y el cañón). Allí aprenden el manejo del carro el conductor y sus ayudantes, cada uno con una misión específica. Tuvimos la oportunidad de entrar en ellos y ver todos los mandos que, a mi juicio, no difieren mucho de los de un coche, pero debe ser complicado pues, según nos dijeron, para ser un buen conductor se necesita, al menos, año y medio de prácticas. Vimos también los dos tipos de proyectiles con los que van equipados.

    Se nos hizo la hora de la comida sin  apenas darnos cuenta, por lo que volvimos a la Academia y allí, en el Comedor de Oficiales disfrutamos además de la comida de la convivencia con los compañeros de curso. Nos acompañó, como uno más, el coronel Mandía, nuestro profesor.

    Después de la comida hicimos una visita rápida al edificio histórico viendo lo más importante del mismo.

    Aunque la climatología no fue muy benigna, ya que no pudimos prescindir del paraguas en todo el día, la visita resultó muy agradable por la amabilidad de todo el personal. Conocimos un poco más el trabajo de los militares y aprendimos a apreciar a nuestro Ejército que está para velar por la seguridad de todos los españoles.
   

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