lunes, 17 de agosto de 2009


¿Qué tal una excursión a este hermoso paraje de Las Arribes del Duero?
Es más recomendable en primavera cuando los almendros están en flor y la temperatura es más benigna. De todas formas, en todo momento no dejarán de impresionarnos estos enormes farallones que encajonan el Duero.
El Parque Natural de Las Arribes del Duero comprende el tramo internacional del río, es decir, donde forma frontera con Portugal.
El Duero, que ha tenido un curso tranquilo atravesando la meseta norte, de repente tiene que salvar unos desniveles de hasta 500 mts y lo hace encajonándose y formando saltos que son aprovechados para la producción de energía eléctrica en Centrales que comparten los dos países fronterizos.
Hay unos barquitos de una Compañía portuguesa, con guía, que hacen el trayecto entre las dos presas: Aldeadávila y Saucelle.
Tomamos el barco en Vilvestre y desde el mismo contemplamos esas maravillas de la Naturaleza que imponen desde abajo, por un lado la zona portuguesa, del otro lado , la española.
Las dos igualmente agrestes, pero la parte portuguesa cultivada hasta la misma orilla, en bancales y con elevaciones de agua para poder plantar olivos, almendros, naranjos...
El guía va explicando y haciendo notar todo lo que se puede admirar desde los nombres de los términos por los que circulamos hasta las aves que se pueden contemplar: buitres leonados y otras aves rapaces en lo alto de los roquedos y garzas, patos y otras aves acuáticas en las orillas.
El viaje dura unas dos horas pero resulta verdaderamente interesante.

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