Hoy, día de la festividad de la Virgen de Lourdes, se celebra la Jornada Mundial del Enfermo.
Es un día para recordar a las personas que sufren y a sus familias que están al lado acompañando en el penoso calvario.
Todos hemos experimentado el dolor de la enfermedad, hasta la más leve nos trastoca todos los planes y parece que nos rompe todos los esquemas.
Qué decir de aquellas personas que sufren enfermedades que las obligan a pasar largas estancias en los hospitales...
Las personas que cuidan a estos enfermos y sus propios familiares se desviven para hacerles más llevaderas las molestias, pero aún así, en muchos casos el sufrimiento es intenso.
Y los enfermos, que pueden tener al lado una persona amiga, pueden considerarse afortunados, al lado de otros que no tienen a nadie a su cabecera, bien porque carecen de familia o si la tienen han roto todo vínculo, por las razones que sean, y se encuentran completamente solos.
No faltan las personas a quienes les llega la hora de la muerte y no tienen una mano que les coja la suya y les ayude en el tránsito de esta vida.
Para ellos mi recuerdo. En este día, podríamos hacer un esfuerzo y cumplir con una de las obras de misericordia que nos manda "visitar al enfermo".
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