No sé por qué tenía este nombre, pero así era como la conocíamos: una simpática fiesta que celebrábamos los niños de la escuela, hace muchos, muchos años...
Como tantas otras costumbres, hace tiempo que desapareció entre otras cosas porque ya no quedan escuelas en los pueblos pequeños. Los pocos niños que hay van a los centros de las Concentraciones escolares.
En fin, para que, al menos quede el recuerdo, me gustaría explicar en qué consistía.
Se celebraba hacia la mitad de la Cuaresma, un jueves por la tarde.Entonces sólo las tardes de los jueves no había clase.
Muchos días antes ya andábamos todos los chiquillos con los preparativos, sobre todo los mayores, aquellos que en el curso cumplían 14 años, fecha límite de asistencia a clase. Dos de estos eran los encargados de organizar la fiesta. Todos andábamos buscando los huevos más gordos. (Algunos los llevaban de dos yemas y hasta de tres). Cada uno aportaba un huevo para la merienda. Después, salíamos por separado, el grupo de niños y el grupo de niñas pidiendo por todas las casas del pueblo y nos daban unas monedas, un chorizo, un huevo..
Si nos daban limosna rezábamos un padrenuestro y cantábamos una canción agradeciéndola. Si no nos daban... mejor no diremos nada porque la señora salía mal parada. Con todo lo que recaudábamos se compraban latas de chicharro en aceite y naranjas.
Después, en las eras, cocíamos los huevos. Para calcular el tiempo de cocción, rezábamos en voz alta el Credo. Luego a ir sacándolos uno por uno y entregar a cada cual el suyo ya que para que no se cambiasen les poníamos nuestro nombre.
Estos sencillos manjares, disfrutados en sana armonía, nos sabían mejor que las cenas del Ritz.Terminado el festín, empezaba la juerga, cantando y bailando por las calles del pueblo.
Quiero hacer una observación y es que hasta en estas minucias estaba presente la discriminación. Las limosnas que recogían los niños siempre eran más cuantiosas que las de las niñas. Nunca me he explicado las razones de esta diferencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario