lunes, 20 de febrero de 2012

La Metamorfosis

Franz Kafka nace en Praga en 1883, en el seno de una familia judía de clase media. Estudió Derecho en la Universidad de Praga, trabajando después, como empleado, en compañías aseguradoras, trabajo que siempre odió. Vivió una vida oscura y melancólica. Se compromete dos veces con Fenice Bauer, rompiendo siempre el compromiso. Nuevamente, se compromete con una chica judía, pero tampoco llega a celebrarse la boda. Pasa los últimos años de su vida en Berlín, con Dora Diamant. Enfermo de tuberculosis, pasa por distintos sanatorios, hasta su muerte en 1924 en un centro, cerca de Viena. Antes de morir ordena que todos sus manuscritos sean quemados, pero, su amigo Max Brod no respeta su deseo, y son publicados después de su muerte. Otros papeles suyos caen en manos de los nazis, y, a algunos se les ha perdido la pista.

Entre sus muchas obras, además de La metamorfosis, podemos destacar El proceso, Carta al padre, América, La condena, El veredicto, El castillo, En la colonia penitenciaria, Un médico rural, etc. Están también sus Diarios y multitud de cartas. Salvo algunas cartas, escritas en checo, su obra está escrita en alemán.
Se le considera uno de los mejores escritores del siglo XX, influyendo, grandemente, en los autores posteriores. Influye en el surrealismo, el realismo mágico y, en general, en la literatura de posguerra.

La metamorfosis la escribió Kafka en 1912, pero, hasta noviembre de 1915, no fue publicada. Su amigo, el editor Kurt Wolf, fue quien realiza la edición, en Leipzig.

Gregorio es un joven viajante de comercio, que trabaja duramente para que su familia pueda llevar una vida desahogada. Pero una mañana, se despierta convertido en un enorme insecto, lo que le incapacitará para trabajar. Ahora es la familia la que tiene que hacerse cargo de él. Pronto irá descubriendo el egoísmo de todos, que no lo ven como a un miembro de la familia si no como a un bicho repugnante. Encerrado en su cuarto, cada vez más olvidado, experimenta la soledad, la angustia. la incomprensión, la exclusión, la frustración, la sensación de culpabilidad, hasta el extremo de que, cuando la hermana anuncia que tienen que deshacerse de ese bicho, es él quien está más convencido de que debe desaparecer. Esa misma noche, agotadas sus escasas fuerzas, muere solo, en el centro de la habitación, y es la asistenta quien lo encontrará al día siguiente.
La familia, liberada de la carga, se viste de fiesta, sale a disfrutar, haciendo nuevos planes de futuro, incluso cambiar de casa, para que nada les recuerde a Gregorio.

Kafka mezcla naturalidad, fantasía y realismo. Lo mágico, unido a lo cotidiano. Es lúcido e irónico. Expresa la vida del hombre ante lo absurdo del mundo. Es una obra claustrofóbica; toda la acción se realiza en el pequeño piso de los Samsa, más escuetamente, en la habitación de Gregorio y en el comedor de la casa, adyacente a la misma. Nos presenta un mundo de desolación. Obra de carácter simbólico. Las relaciones con su padre, siempre muy deterioradas, afloran en la novela.
Las tres salidas de Gregorio de su habitación dividen a la obra en cuatro partes diferenciadas por la actitud de los otros personajes hacia el protagonista. El narrador está en tercera persona, pero es un narrador muy especial, que siempre nos conduce en el relato, a través de Gregorio; el lector conoce lo que ocurre en la casa por lo que escucha a través de la puerta o las paredes de su cuarto. Sabe lo que piensa y siente en cada momento. Respecto a los otros personajes es más ambiguo.
La prosa es sencillamente perfecta. Es de fácil lectura, al contrario de otras obras de Kafka.

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