Con la radio no hay soledad. Nos mantiene en comunicación con el exterior. Las noticias se reciben con inmediatez y antes que se publiquen en los periódicos o salgan en televisión la radio ya ha informado de todos los sucesos.
¡Cúanta compañía hace a los enfermos, ciegos, los que padecen insomnio y a todas las personas que, por unas u otras razones, viven solas!.
- Se pensó que el advenimiento de la televisión supondría la muerte de la radio pero, afortunadamente no ha sido así. No sólo na ha muerto sino que ha mejorado, haciéndose más participativa. Ahora pueden llamar los oyentes y dar sus opoiniones sobre distintas cuestiones propuestas, haciéndose oir la voz del ciudadano de a pie. La radio les da esta oportunidad.
¡Cúantos recuerdos guardamos de la radio! Mi primer recuerdo se remonta hasta los finales del 1945. Era muy pequeña pero ha permanecido imborrable en mi memoria. En el pueblo en el que entonces vivía acababan de poner la luz eléctrica y sólo había un aparato de radio. Era el 22 de diciembre y, en la casa de los afortunados dueños del aparato, se había congregado una multitud para escuchar el sorteo de la loteria. A media mañana los niños cantaron el 34.630 y después el premio máximo. Alguno de los vecinos presentes llevaban una participación del "Gordo".. El alboroto que se armó en el pueblo no se puede explicar con palabras. Salieron en tropel en busca del Tío Roque, que era quien había repartido la suerte y que, a la sazón, estaba en su fragua trabajando despreocupadamente. ¡A por él! ¡A por él! -gritaban todos-. Su mujer que lo oyó desde su casa mandó un chiquillo para que le diese el aviso y se escondiera pues, lo primero que pensó es que lo iban a llevar preso. No olvidemos que es la posguerra y en todas partes había miedo a la represión.
Después se han sucedido a este priimero otros muchos buenos recuerdos, cuando ya en todos los hogares ocupaba un sitio de honor el aparato de radio. Allí los agricultores se enteraban de las leyes de arrendamiento y otras zarandajas importantes para ellos, gracias a "Juanón". Los "partes" se escuchaban en absoluto silencio -todas las emisoras conectaban con Radio Nacional-. Las mujeres se reunían alrededor para oir las radionovelas. Los niños también tenían espacios dedicados especialmente para ellos en los que se emitían cuentos como "Garbancito" o "Machinel de la Caña" que han quedado en la memoria de aquellas generaciones.Otro espacio que tenía mucha aceptación era el de los discos dedicados que se utilizaba mucho para felicitar en los cumpleaños o en otros faustos acontecimientos.
Mi recuerdo para Radio Mdrid, con su magnífico cuadro de actores, aquellas voces que nos imaginábamos y que, después, al verlos en alguna revista casi nunca se correspondían con la imagen que nuestra fantasía se había forjado. Y también a Radio Intercontinental, a Radio Castilla ( EAJ-27), a Radio Aranda y a tantas otras queridas emisoras que nos hicieron pasar ratos inolvidables.
En la actualidad hay tantas cadenas de radio... pero sigo siendo fiel a Radio Nacional, entre otras cosas porque no hay publicidad. Como duermo pocas horas me hace mucha compañía durante la noche, escuchando los distintos programas que nos mantienen despiertos.
A la Radio en este Día Mundial, mi agradecimiento y el deseo de que, pese a la crisis, continúe con buena salud por mucho tiempo..
No hay comentarios:
Publicar un comentario