lunes, 6 de junio de 2016

Visita a la Seo de Zaragoza

    Como colofón a la clase de Arte Gótico, los alumnos del curso hicimos una visita con el profesor quien, amablemente nos fue explicando todos los pormenores de este extraordinario edificio, declarado monumento por la UNESCO.

   La Seo  está situada encima de lo que fue el Foro Romano. Allí estaban los templos dedicados al Emperador y a otros dioses paganos. Al cristianizarse la ciudad, probablemente, como ocurrió en otros lugares, se edificaría un templo cristiano. Con la invasión musulmana allí se edificó la mezquita mayor. En 1118, al ser conquistada Zaragoza por Alfonso I, la mezquita fue purificada y se utilizó como templo cristiano. Se empezó a construir la catedral en 1150, cambiando la orientación. Se empieza a construir en estilo románico el ábside con cinco capillas: una mayor en el centro y dos a los lados, semicirculares; las de los extremos eran cuadradas. Se cubrían con bóvedas de crucería. Se construyen en piedra.

    En 1317 es nombrado obispo Don Pedro López de Luna, ve que la catedral es vieja y oscura y decide reformarla. En 1327 se construye la nave central, en ladrillo. El edificio va sufriendo una serie de modificaciones y ampliaciones sucesivas. El cimborrio da muchos problemas y hay que acudir a personas expertas que calculen matemáticamente su construcción
. En 1374 el arzobispo Lope de Luna se construye la "Parroquieta" como capilla funeraria. Para ello toma una de las capillas cuadrdas e intenta imitar el templo de Salomón. El presbiterio es un cubo cubierto por una hermosa techumbre en madera dorada, con mocárabes, en forma de cúpula. En el lado del evangelio está situado el sepulcro, antes visible desde el interior de la Seo, a través de un arco, hoy ocupado por un altar. Debajo del presbiterio hay una cripta dedicada al enterramiento de los familiares del arzobispo. La iglesia es de una sola nave, cubierta con bóveda de crucería simple, en piedra. En el exterior presenta un muro (recuerdo del muro de las Lamentaciones) bellamente decorado con piezas de cerámica policromada y escudos de los Luna.

    La Seo está dedicada a la Epifanía del Señor y tiene cinco naves de la misma altura, planta de salón, de forma cuadrangular, quedando una nave como transepto. Los materiales utilizados son ladrillo y yeso. Está cubierta con seis tramos con bóvedas de crucería. En la cabecera se conservan dos ábsides. Los ábsides del lado de la Epístola se destinaron a sacristía  Carece de arbotantes. Las naves se apoyan en altas columnas y al exterior tiene grandes contrafuertes entre los cuales se sitúan las capillas laterales. En el transepto está el cimborrio, de gran belleza y en el que se han inspirado para construir otros en la zona.
   
    La orientación es norte-sur y se accede a ella por una portada barroca, en la parte occidental.Esta portada sustituye a la antigua de la que se conservan restos del arco en el interior del portal.

    Como ha sufrido tantas modificaciones hay una mezcla de estilos arquitectónicos. Del románico se conserva parte delos ábsides, no visibles desde el interior, con esculturas y los bustos-relicarios de San Valero, San Vicente y San Lorenzo donados por el Papa Luna, así como el olifante de Gastón de Bearn.
Sobre los ábsides románicos se elevó la catedral, en estilo gótico, en tiempos de Benedicto XIII, con bellos ábsides, decorados con cerámica policromada y almenas.Al igual que la "Parroquieta"son también góticas las naves construidas del siglo XIV al XVI. En 1469 el Obispo Dalmau del Mur encarga el retablo mayor.Primero se encargó el banco y después el resto del retablo. En el banco van los relicarios. El resto es obra de Pere Jouan y Hans de Suabia. Es de alabastro policromado y es una joya. En el centro está la Epifanía del Señor y en los laterales La Transfiguración Y la Ascensión.En el centro, el óculo. En la parte superior presenta unas bellísimas arquitecturas.
Son también góticos los tapices flamencos que, en otros tiempos, se utilizaban para formar una especie de túnel que conducía a la capilla en la que se colocaba el Monumento, el día de Jueves Santo.

    Del estilo renacentista es el Trascoro y la hermosa capilla de San Bernardo, en alabastro. Capilla funeraria dedicada al sepulcro de Don Hernando de Aragón y de su madre. Este Obispo era cisterciense y con esta capilla pretende dar dignidad a las ramas bastardas de los arzobispos, colocándolos en un ángulo y, en el opuesto, a los reyes, sus parientes. La capilla contigua se dedica al enterramiento de los familiares.

    Del barroco está la portada occidental y la torre-campanario, construida sobre el minarete árabe del que quedan algunos restos no visibles.

    En el interior presenta  multitud de capillas.En el muro sur del edificio, siguiendo la dirección de las agujas del reloj tenemos:
La capilla de San Pedro Arbués, escultura colocada sobre baldaquino de columnas salomónicas.
La capilla de San Agustín, con portada barroca y retablo renacentista de Gil de Morlanes.
Capilla de Santo Dominguito del Val, con portada barroca. Aquí se guardan los restos del niño asesinado. Es el patrón de los "infanticos".
Capilla de los arcángeles Gabriel, Miguel y Rafael. La mandó construir Gabriel Zaporta. El retablo es renacentista y se cierra con una hermosa verja.
Capilla de Santa Elena, con portada y retablo barroco.

    En el muro sur se abren las siguientes:
Capilla de San Valero, Patrono de Zaragoza. Junto a la imagen del titular están las de San Lorenzo y San Vicente.
Capilla de Nuestra señora de las Nieves. Tiene una estructura del gótico tardío y retablo barroco.
Seguidamente nos encontramos con la puerta de la Pabostría. El portal tiene una bóveda estrellada y una portada renacentista de gran belleza.
Siguen las capillas de San Bernardo y contigua, de las que ya se ha hecho mención.

    En la parte occidental:
Capilla de San Marcos, sin restaurar. Es el recinto donde se colocaba el Monumento del Jueves Santo.Presenta una perspectiva, dando la sensación de profundidad.
Capilla del Nacimiento. Se cubre con bóveda de crucería , tiene un retablo renacentista y se cierra con una verja de bronce, renacentista.
Capilla de las Santas Justa y Rufina. Sencilla y elegante se cubre con una cúpula con pechinas y linterna
Capilla de San Vicente. Con portada barroca e imagen del siglo XVIII.
Capilla de Santiago. La portada es barroca, muy abigarrada. La imagen del Santo, con traje de peregrino está bajo baldaquino, con columnas salomónicas en mármol negro.

    En el muro norte, al lado del altar mayor está la capilla de la Virgen Blanca.Tiene una bella escultura gótica, en alabastro de la Virgen con el Niño. En el pavimento, las lápidas de algunos arzobispos.

    En el centro de la nave central está el Coro, cerrado por una reja de bronce. Consta de 117 sitiales de madera de roble tallada. Está enterrado en él el arzobispo Dalmau de Mur.En lo alto está situado el órgano que conserva la caja gótica.

El Trascoro es un conjunto renacentista, de yeso endurecido, con motivos ornamentales de gran belleza. En el testero se encuentra la capilla del Santo Cristo que, bajo baldaquino alberga un Calvario con Cristo muerto en la Cruz, la Dolorosa y San Juan. En los laterales hay una serie de capillitas.

    El cimborrio actual data de 1520. Tiene dos cuerpos. El primero de planta cuadrada y el segundo octogonal.Es una mezcla muy lograda de arquitectura gótica y decoración renacentista. Proporciona luminosidad al presbiterio.

    En el presbiterio, además del magnífico retablo está el sepulcro gótico del arzobispo Don Juan I de Aragón  y las sencillas tumbas de Don Juan II y de Don Alonso de Aragón. Además de la cátedra hay dos muebles dignos de mención, dos asientos de estilo plateresco, de los Reyes Católicos, según tradición y un atril con el escudo del Papa Luna.

   Después de ver la catedral pudimos disfrutar de la visita a las salas de los tapices, admirando la colección que se conserva en bastante buen estado. Sorprenden por sus dimensiones, rico colorido y precisión de los detalles. Representan escenas del Antiguo Testamento, vida de Jesús, escenas mitológicas e históricas.

    Resultó una visita muy interesante pues, aunque habíamos estado varias veces en el recinto, llevar al lado un profesor de arte que va explicando todos los pormenores de la construcción y elementos decorativos, no tiene parangón. Así pues, cansados pero satisfechos, volvimos a nuestros domicilios después de haber pasado una mañana inolvidable.  

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