jueves, 15 de octubre de 2020

Las "no fiestas"

     Desde el confinamiento nada es igual. Hemos pasado a la Nueva Normalidad. Pero de normalidad, nada de nada.

Ahora llegan las fiestas pilaristas y ¡qué diferencia a los años anteriores!. No hay ambiente festivo por las calles. Sólo en algunos balcones se ve un ramo de flores o una bandera. Ha pasado el día grande del Pilar y ha quedado como un domingo más. En la Parroquia se ha organizado una ofrenda simbólica de flores. Las personas que deseasen hacer un pequeño homenaje a la Virgen han llevado una sola flor que se iban colocando formando un pequeño centro, colocado a los pies de una imagen de la patrona de Aragón. A la entrada, hemos recogido alimentos para entregar al Banco que los repartirá a las personas necesitadas que lo soliciten. Un poco en recuerdo de la tradicional Ofrenda de frutos que tradicionalmente tiene lugar el día 13, acto en el que los pueblos, Asociaciones, Casas regionales, etc llevan sus productos típicos, que se ofrecen a la Virgen en una singular cabalgata, con los trajes tradicionales del país o región: entran en la Basílica, depositan las ofrendas y, por la puerta que da al río, se sacan para cargarlas en furgonetas preparadas al efecto y se llevan al Refugio. Este año, este acto, ha sido suprimido. 

Hay muchas necesidades, por lo cual será un pequeño alivio los alimentos recogidos en las parroquias. Me he enterado que, en la Plaza del Pilar, además de las flores que los devotos dejan al pie del monumento de Pablo Serrano, se ha instalado un puesto donde se pueden dejar muebles y otros enseres para los indigentes que no tienen casa y aspiran a vivir bajo techo en este próximo invierno.

    Otro acto que tampoco podemos ver este año es la Ofrenda de flores. Desde muy temprano, el día 12, se organiza la Cabalgata y van pasando los distintos grupos, ataviados con sus mejores galas típicas, van dejando las flores al pie de un monumento que se instala en la Plaza del Pilar, un enorme armazón , coronado por una imagen de la Virgen. Hay unos cuantos operarios que van recogiendo las flores y las colocan, hasta recubrir el armazón. Este espectáculo puede verse unos cuantos días más. ¡Cuántas flores!. Todo es poco para la patrona. Cada año se hace un pequeño homenaje a un país de la Hispanidad, formándose la bandera del mismo con flores. Hasta la noche no dejan de pasar los grupos oferentes. Todo muy organizado. Saben de donde tienen que salir y ya está programada la hora. Es un acto que se televisa. Pues bien, este año nos hemos quedado con la humilde ofrenda hecha en la Parroquia. Esperemos que el año que viene nos podamos resarcir y celebrar las fiestas según la tradición.

    Produce sorpresa, estos días, ver pasar el tranvía y los autobuses vacíos, cuando otros años iban de bote en bote hacia Valdespartera donde se instalaban las Ferias. Este año, nada. Lo mismo ocurre con la Feria de Muestras que atraía a tantos visitantes. Y ¿Qué decir de los teatros?. Los cines, lo mismo, aunque estén abiertos, el público, por miedo, no acude. La hostelería se queja, igualmente, de las pérdidas sufridas con este estado. Y lo malo es que no se ve el final de la situación. Parece ser que nos tendremos que acostumbrar a vivir con la pandemia pero es muy difícil.  Ya se van notando los efectos secundarios. Hay muchas personas que tienen miedo a salir a la calle y las depresiones están a la orden del día.

    Los jóvenes que esperan el comienzo del curso para verse con sus antiguos compañeros y que lleguen las fiestas para divertirse, lo tienen más difícil y, aunque nos parezca que tienen conductas irresponsables, es, hasta cierto punto, comprensible que se reúnan en grupos numerosos e intenten, a su modo, hacer sus propias celebraciones. Claro, luego vienen las consecuencias.

    En fin, confiemos que esta situación pase pronto y que a otro año, las "no fiestas" se conviertan en unas esplendorosas fiestas para todos. 

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