lunes, 11 de enero de 2021

La Nueva Navidad

     Terminó la Navidad. Ya pasaron estas fiestas, más bien con pena que con gloria. Han sido unas fiestas atípicas en todos los sentidos.

     Las familias no han podido reunirse para pasarlas conjuntamente.Aquellos miembros que sólo acudían a la casa paterna por estas fechas, debido a los confinamientos a los que estamos sometidos, no han podido viajar y cumplir con el ritual. Y, en cuanto a los que viven próximos, también han tenido que respetar el número, por lo que muchas familias han tenido que reunirse en veces para no sobrepasarlo. Después, en casa, para guardar las distancias y, sobre todo, la ventilación constante, ha constituido un serio problema dada la época. Estamos en invierno y las temperaturas son muy bajas como para tener las ventanas abiertas. 

    En las calles el Ayuntamiento, como todos los años, se ha preocupado de colocar la iluminación navideña, pero las personas, con los rostros tristes, pasaban de todo. Algunos afectados del pequeño comercio llegaron a protestar, reclamando que ese gasto inútil se dedicara a ayudar a muchos que han visto cómo sus negocios se iban al garete.

    Las tiendas, más tristes que de ordinario, aunque en los escaparates figuraban grandes carteles con descuentos impresionantes, permanecían vacías. Se ha gastado menos que otros años en regalos y otros extraordinarios. Los restaurantes que en estas fechas tenían muchos encargos de comidas y cenas de empresa, este año todo eso ha quedado reducido a cero.  Las terrazas, si el día se presentaba soleado, sí se veían concurridas, pero ahora, en pleno invierno, con temperaturas tan bajas apetece poco pasarse unas horas al sereno para tomarse un café.

    En la iglesia idem de idem. Este año no se han cantado villancicos en ningún lugar y eso desconcierta al personal. La adoración al Niño, al menos en mi Parroquia, sólo ha tenido lugar el día de Navidad y con una ligera inclinación ante la imagen sagrada. La Misa del Gallo también se adelantó, celebrándose a las ocho de la tarde, como cualquier día.

    No ha habido exposición de belenes, como otros años, que constituían una atracción más de estas fiestas. No hemos podido disfrutar con la imaginación creadora de los belenistas que cada año se renuevan. 

    En fin, han pasado estas fechas como pasó el año 2020, que se recibió con mucha ilusión pero que todo el mundo esperaba que terminase. ¿Ah! Qué raro ver la Puerta del Sol en Nochevieja, sin gente y dar las campanadas y recibir al Año Nuevo, cada cual en su casa. Esperemos que este año 2021 sea mejor que el pasado, aunque estas esperanzas, me temo, que hasta el verano no serán efectivas. Confiemos en la vacuna, que termine de una vez por todas con la pandemia que tanto sufrimiento está causando.

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