sábado, 30 de enero de 2021

La tercera ola

     Aún no hace un mes que despedimos el año y todos pensábamos que no podía ser peor que el anterior. ¡Qué equivocados estábamos!  No ha terminado el mes de enero y ya hemos tenido una tormenta de nieve, la tristemente célebre "Filomena", quedando todo el centro de la península sumergida en un caos. Ni los más viejos recuerdan una nevada tan grande. Han quedado bloqueados muchos pueblos. Los camiones, que  suministran a los mercados centrales, detenidos en las carreteras y las estanterías de los supermercados vacías por falta de existencias.

    Después, por si esto no fuera suficiente, vinieron unos días con temperaturas bajísimas, desconocidas en estas latitudes, por lo que la nieve se heló constituyendo un serio peligro para los viandantes. Los hospitales se vieron desbordados atendiendo las urgencias por caídas con fracturas de clavícula, brazos, piernas, en fin, que los médicos no daban abasto a colocar huesos, enyesar y, muchos pacientes que tuvieron que pasar por quirófano para colocar huesos de fracturas más difíciles.

    Con los deshielos, la nieve derretida y las lluvias que vinieron  después, algunos cauces se han desbordado anegando campos. Las techumbres de algunas granjas no han podido aguantar tanto peso y se han venido abajo, matando muchos animales con las consiguientes pérdidas para los ganaderos.

    Todo el mundo solicita que se declare zona catastrófica su comarca para poder disponer se subvenciones estatales. El Estado no puede sufragar tanto gasto y el país sigue endeudándose cada día más.

    Por si esto no fuera suficiente en los últimos días hemos recibido la noticia de terremotos en Granada, concretamente con epicentro en la ciudad de Santa Fe, aquella que fundaron los Reyes Católicos, durante el asedio de la capital. Parece ser que no ha habido víctimas personales pero los daños materiales han sido cuantiosos. La población tiene miedo de regresar a sus casas y están durmiendo en los parques o dentro de los coches. Hay muchas casas que han tenido que ser desalojadas porque amenazan ruina.

    Además de todo lo anterior se confirman los augurios de una tercera ola de la pandemia en el mes de enero, como consecuencia de las reuniones navideñas. Muchos se han saltado las normas impuestas por las autoridades y hay familias enteras contagiadas.  Esta nueva ola está siendo más mortífera que la primera. Además han aparecido mutaciones en el virus que lo hacen distinto al primitivo que vino de China. Ya han aparecido tres nuevas cepas en el Reino Unido, Brasil y Sudáfrica que son más contagiosas que el anterior COVID-19.  Se están extendiendo por los demás países a velocidades extraordinarias. Los hospitales se están colapsando y pronto faltarán camas en las UCIS. Muchas operaciones programadas se están posponiendo con el consiguiente perjuicio para los pacientes que llevan mucho tiempo en las listas de espera.

    Ha llegado la tan esperada vacuna y se han establecido unos protocolos para su administración empezando por las Residencias de Ancianos, las más castigadas por la pandemia, junto con los trabajadores que las atienden. Después serían los sanitarios y seguido las personas mayores de ochenta años.  Pues ha habido muchas personas que, precisamente, deberían dar ejemplo y que se han saltado todos los protocolos, vacunándose ellas o alguno de sus familiares. La picaresca española. ¡Qué vergüenza!. y la pandemia sigue sin freno, aumentando cada día los contagios y las muertes. Las UCIS están que no pueden atender más. En algunas Comunidades se ha pensado en derivar los enfermos a la Sanidad Privada pero exigen unas cantidades desorbitadas por estas camas. 

    Sirven de poco los confinamientos perimetrales, los toques de queda, los bares y restaurantes con esas limitaciones de horarios y aforos que no les permite abrir porque son mayores los gastos que los beneficios.  Siguen los ERTES y todo el mundo descontento porque no salen las cuentas.

    Pensábamos que para el verano todo habría pasado ya, como una pesadilla pero llegado a este punto nadie es capaz de pronosticar el final de todo esto. Una persona conocida me dijo que le recordaba a las plagas de Egipto. Al principio me produjo risa pero hoy me lo tomaría con más seriedad.

  

No hay comentarios:

Publicar un comentario