Belenes

Desde que en el siglo XVIII el rey Carlos III nos trajo de Nápoles la costumbre de instalar los belenes, al llegar estas fiestas, pese a los árboles de Navidad y el Papá Noel, tan ajenos a nuestras tradiciones,es raro el hogar en el que no se monta un belén en un lugar bien visible. Puede ser sencillo o no tan sencillo. Si hay niños en la casa, ya la instalación, supone una fiesta y es como el comienzo de la Navidad.

Los Centros Comerciales y las Instituciones compiten y se organizan concursos en la instalación de estas pequeñas obras de arte, a las que muchas personas a lo largo del año han dedicado muchas horas de su tiempo libre y así, para regocijo de muchos, las exponen para que puedan ser visitadas.

En la Plaza de las Catedrales todos los años el Ayuntamiento instala un monumental Belén, con figuras de tamaño natural. Podemos pasear por su interior y admirar los huertos con plantas naturales, la fragua, la panadería, el castillo de Herodes, los Reyes Magos con sus camellos y sus pajes... y naturalmente el Portal, que es el centro y el motivo principal de la exposición.

Otras instituciones, como la CAI en la Sala Luzán, también alberga una interesante muestra. Está expuesto el Primer Premio de la Asociación de Belenistas. Es mágnífico, muy bien montado. Además te explican el proceso de "fabricación", desde un simple trozo de polyespán hasta formar un muro de piedra, una puerta de madera, o cualquier otro elemento.
Allí podemos admirar también un Belén que reproduce un pueblo del Alto Aragón, con su arquitectura típica y las figuras vistiendo el traje regional. Derrocha fantasía y monumentalidad. De las montañas descienden caminos y riachuelos que mueven una noria que a su vez pone en marcha un molino en el que las piedras giran para sacar la harina.
Hay otros pequeños belenes empotrados y que se observan a través de cristales, desde los que contemplamos, en profundidad, la intimidad de las casitas y de sus moradores,

Resulta agradable pasar una mañana , o una tarde, visitando estas pequeñas obras de arte, sobre todo si llevamos a los pequeños que van a disfrutar mucho, estimulando su curiosidad y su fantasía.