domingo, 2 de junio de 2013

El Día de la Caridad

Hoy, día del Corpus Cristi, la Iglesia celebra el Día de la Caridad. Con este motivo Cáritas realiza una colecta para recoger fondos con los que atender a tantos necesitados que acuden a sus puertas cuando ya han agotado todos los recursos, como la última tabla de salvación.

Llevamos varios años sumidos en una crisis profunda, que va haciéndose crónica y de la que no se ve el final, por mucho que los políticos quieran hacernos ver las cosas de otro modo, pero el día a día no nos ofrece un panorama muy halagüeño y cada mes vemos que las cifras del paro van aumentando y no sabemos hasta dónde vamos a llegar. Es rara la familia que no tiene algún miembro desempleado, siendo, por desgracia, muchas en las que nadie trabaja. Y, no olvidemos a los jóvenes que han dedicado muchos años de su vida y muchos esfuerzos a formarse con la ilusión de tener un futuro digno y ven rotas todas sus esperanzas al no encontrar su lugar en la sociedad, teniendo que emigrar a otros países.

Al principio eran los inmigrantes los que venían  a las Acogidas de Cáritas en demanda de ayuda para pagar el alquiler, algún recibo atrasado de la luz, alimentos... Hoy, el número de españoles que solicita socorros ha aumentado de forma alarmante. Vienen personas que han tenido un buen empleo y que jamás pensaron que podrían encontrarse en una situación semejante. Han agotado las prestaciones sociales, los ahorros y no tienen a quién acudir.

Todos hemos visto el triste espectáculo de las personas que, con un gancho y el carrito de la compra, rebuscan en los contenedores de basura. ¡Qué pueden encontrar ahí! Y no es mayor este sórdido espectáculo, gracias a la solidaridad de las familias que actúan de colchón, compartiendo lo poco o mucho que poséen. No hay que olvidarse de los abuelos, jubilados, que, invirtiendo los papeles, están ayudando a los hijos y nietos a salir adelante.

Esta crisis no es sólo económica si no también de valores. Hay que cambiar nuestra forma de vida y replantearnos qué es lo necesario y qué es lo superfluo. En estos años de bonanza económica nos hemos creado muchas "necesidades" y. los mayores que hemos vivido la realidad de otras épocas, sabemos que muchas cosas no son necesarias y que, el poseerlas tampoco nos hace más felices.

Cáritas nos invita a reflexionar sobre este punto y a vivir con más sencillez, huyendo del consumismo tan pernicioso, adoptando un modo de vida más austero. Ha habido otros momentos difíciles en la Historia y se han superado. Con el esfuerzo y el compromiso de todos, podremos vislumbrar un mundo de esperanza en el que una sociedad más justa sea una realidad.

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