viernes, 25 de noviembre de 2011

El Museo Diocesano de Zaragoza



Según la tradición, el 2 de enero del año 40 de nuestra Era, estando el apóstol Santiago con sus discípulos orando a las orillas del Ebro, recibió la visita de la Virgen, en carne mortal, alentándole en su misión evangelizadora. Esta fue la primera semilla del cristianismo en estas tierras.

Las primeras noticias históricas de que disponemos datan del siglo III, cuando se nombra a Félix de Zaragoza. En el siglo IV, sufre las persecuciones en las que es desterrado el obispo Valero, patrón de la ciudad y mueren, entre otros, Santa Engracia, princesa lusitana, que viajaba hacia Francia, con su séquito, -los Innumerables Mártires de Zaragoza-.

En la España visigoda tenemos que destacar a San Braulio y el Obispo Tajón.

En el año 1118, Alfonso I, El Batallador, reconquista a los árabes la ciudad y le otorga al obispo un torreón de la muralla, para que instale allí su residencia. En 1318, adquiere la categoría de archidiócesis. Durante mucho tiempo presiden esta sede miembros de la Corona de Aragón. El más importante es Hernando de Aragón, nieto de Fernando El Católico. En el siglo XIX, se vio afectada por la guerra de la Independencia y, después, por las guerras carlistas. Ya en el siglo XX, hay que destacar al Cardenal Soldevila, asesinado.

Esta es una sucinta historia de la diócesis de Zaragoza.


En cuanto al Museo Diocesano, fue abierto al público en marzo de este año. Consta de 15 salas, distribuídas en tres plantas. El arte en la religión cristiana, a través de todos los testimonios, que nos han sido legados, a través de los tiempos y que constituyen el rico patrimonio cultural de una civilización. Estos bienes son la base de este museo, obras que se han ido recogiendo y, salvaguardando del olvido y la destrucción. Por ello no son meras exposiciones de arte sino que tienen un sentido didáctico y pastoral.


Es el propio Palacio Episcopal, el encargado de albergar este museo y salvaguardar estos tesoros.

Sus plantas constituyen en sí restos de culturas anteriores, que han ido apareciendo en sucesivas obras de remodelación, permaneciendo escondidas durante siglos, bajo distintas capas de materiales de construcción.

En 1118, al volver Zaragoza a manos de los cristianos, el rey otorgó al obispo, para su residencia, un torreón de la muralla, junto a la mezquita, hoy catedral de El Salvador.

La planta baja es románica, después se van ampliando estancias, construídas en estilo mudéjar. en 1372, un incendio destruyó buena parte y tuvo que ser remodelado. Se ha recuperado la parte gótica, con una hermosa capilla, con bóveda de crucería y una puerta en la que se conservan restos de policromía en la piedra. En otros espacios se conservan también restos del pavimento.


Las visitas son guiadas y explican todo el recorrido. Siguiendo un orden cronológico, se empieza por lo más antiguo. Hay unas maquetas en las que se pueden ver la época romana, en la Edad Media, el Renacimiento y el estado actual. Se pueden ver restos de la cloaca romana y, a la entrada un pozo del que se abastecía de agua.

Hay columnas románicas cuyos capiteles, capiteles, se pueden muy bien admirar ya que han sido colocados a la altura de los ojos. Hay tallas románicas, procedentes de iglesias de la diócesis, ya inexistentes. Podemos contemplar, también, magníficas esculturas góticas y pinturas de la misama época. El Renacimiento, el Barroco, todas las tendencias artísticas están representadas en el museo. En su recorrido, también podemos admirar los artesonados, que conservan la policromía original. En las salas renacentistas están colocados los retratos de los distintos obispos que han gobernado la sede, terminando por el actual.

Hay colecciones de ricos ornamentos sagrados, así como de custodias y relicarios; en los primeros, representando la procesión del Corpus, precedida de las cruces parroquiales.

En la visita, se intercalan audiovisuales, sobre todo, referentes a la Venida de la Virgen, que completan el recorrido.


Domingo Buesa es el Director Científico del Museo. Las obras han corrido a cargo de los estudios de los arquitectos Borovio y Sónsoles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario