La Sociedad Aragonesa de Cardiología, un año más, ha organizado la Semana del Corazón. Con su labor de divulgación, pretende concienciar a la población del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. En ésto, como en todo, siempre, es mejor y más barato prevenir que curar. De aquí, la gran importancia que tiene la labor en Atención Primaria.
Esta semana están programados un sin fin de actos en los que se dan a conocer los avances en investigación a través de charlas de divulgación, mesas informativas y de control, talleres, marchas pedestres y ciclistas, información sobre trasplantes, etc.
Se trata de influir en la población para que adquiera hábitos saludables. Cúales son estos hábitos, se conocen bastante bien, lo que cuesta es ponerlos en práctica. Es necesario tener fuerza de voluntad. Hay que concienciar a la población para que abandone los hábitos perniciosos y adquiera otros más saludables.
El ejercicio físico, a diario, evitando la "cultura del sillón". Siempre habrá algún deporte que nos guste y que esté a nuestro alcance practicar. Y, cuando no sea así, siempre nos queda el recurso de caminar. Un paseo por un parque está al alcance de todos, si es con compañía, mejor. Disfrutar en primavera del colorido de las flores, el canto de los pájaros, el murmullo del agua de las fuentes, no tiene precio. Caminar por la ciudad también es agradable; hay muchos rincones maravillosos que no conocemos, porque siempre vamos con prisas. He comprobado, con pena, cómo personas, no mayores, subían en el autobús para bajarse en la siguiente parada.
Otro pilar, en la prevención, es la alimentación. Una dieta saludable, a base de frutas, verduras, legumbres, pescado, a poder ser azul y algunas carnes magras. Hay que evitar las grasas saturadas, los alimentos precocinados, el exceso de salsas y de sal, los azúcares refinados, la bollería industrial, etc.
Hay que evitar los malos hábitos del sedentarismo, el tabaco y el abuso del alcohol. Un vasito de buen vino en las comidas es saludable pero, el exceso de alcohol es perjudicial.
La crisis económica también en esto afecta al ciudadano. porque hay menos recursos en los bolsillos del consumidor. Suele ser más barato llenar el estómago con comida "basura" que comprar alimentos más saludables, aunque no siempre. Hay que mirar en el mercado los productos estacionales, que suelen estar a mejor precio y más en sazón.
También hay menos recursos públicos, dedicados a investigación y personal, lo que ha de ir en detrimento de la salud pública.
Las visitas periódicas al Centro de Salud para el control de la tensión arterial, una analítica de sangre, una vez al año, un E.C.G. cuando el médico crea necesario y, poco más, ayudará a controlar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular y, si se produce, poder actuar a tiempo.
Los factores de riesgo que hay que tener en cuenta son la hipertensión arterial, los niveles altos de colesterol, la diabetes, la obesidad y el sedentarismo.
A nivel hospitalario y en investigación, Aragón tiene un nivel excelente. Hace doce años que se están practicando trasplantes con éxito. Y, lo mismo, en las modernas técnicas de diagnóstico y tratamiento, los especialistas pueden codearse con los mejores.
Esta semana, podemos encontrar, por distintos puntos de la ciudad, una serie de carpas donde unos grupos de amables profesionales nos van a decir, en poco tiempo, cúal es nuestro riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Para ello, con pocas molestias por nuestra parte, nos harán una prueba para averiguar el nivel de colesterol en sangre, nos tomarán la tensión arterial, nos harán una glucemia, nos medirán y pesarán para averiguar el índice de masa corporal, por si nos sobra algún kilito. Con estos datos el médico está en condiciones de dictaminar si hay algún riesgo, y en ese caso, acudir al médico para una evaluación más exhaustiva.
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